Fin

tal ves ahora si,
tal ves ahora me moleste por fin
tal ves ahora decir que basta es de verdad
tal ves ahora si tengo la fuerza para odiarte
tal ves ahora se acabaron las excusas
me canse de regalarte escusas,
poner palabras que nunca se dijiste,
vivir momentos que nunca se han vivido
me canse de interpretar y equivocar
me cansé de todo, simplemente, me cansé

caminata marina

Que triste emoción sentía en aquel momento, nada me daba la más mínima señal de lo que ocurriría; recuerdo aquella bella mañana, un día espectacularmente soleado, la brisa marina en mi cara, sentía una alegría plena, me encantaba esa visión de la ciudad al borde del mar, mirar como los barcos de la mañana regresaban a la costa y los otros salían mar a dentro; ese bello cuadro matutino armonizaba mi caminata diaria por la blanca arena de la costa hasta el muelle, llegue como tantas veces a la caleta, entre los chillidos de las malditas gaviotas, esas ratas con alas que están siempre molestando. Saludé como siempre con un simple movimiento de manos a los pescadores, camine entre ellos a ver que habían sacado del mar y me quedé anonadado con un bello ejemplar de atún, debía pesar como mínimo unos 30 kilos, era una belleza y una perdición, tanto tiempo me quedé ahí sin mover una pinza que una maldita gaviota aprovechó la perfecta ocasión para engullirme y así fue como todo acabó.

Ahora

Ahora cuando las palabras sobran
y lo que falta es una mirada,
mis ojos se vuelven ciegos
y a mi mente las ideas embargan

en el mundo de los locos podría encontrar la paz
y mi paz está en encontrar el mundo del que vengo
pero no hay mundo para mi,
no hay vida ni un hogar en el cual protegerme

entonces suplico a la luna por un momento de quietud,
en una noche estrellada para tener más testigos que mi sombra,
pero en ese momento el pacto no se sella,
entonces la tempestad nubla el cielo nuevamente

Así pierdo todo rastro de cordura
siguiendo tus ojos por el universo
con cada estrella reflejando tu mirada
con cada paso llevandome sin rumbo hacia ti

tal ves por un momento logre alivianar mi carga
y sentir que la vida nuevamente pierde todo sentido
quizás en un momento de cordura el mundo me vuelva a aceptar
y si me disfrazo de oveja pueda morir en paz y sin ti

Bastardo de la ciudad

sostienes el cigarro con tu sonriza idiota,
manias mentales que llueven sobre tu masa amorfa
y crean un cuadro maldito de un humano vacío,
sin alma ni aspiraciones, mascota del aire.
Perro callejero hijo de la perra ciudad,
caminas sin darle uso a tus cristales,
no ves ni siquiera dónde pones lo pies,
eres una vergüenza,
ni los vagos te piden dinero.
Come, come, alientate de una ves,
de las migajas que quedan de los sueños ajenos,
de la valentía de los heroes silenciosos,
alimentate como una rata entre las sombras.
Vive rapido tu miseria,
mientras más rapido lo hagas,
más rápido caera sobre nosotros la lluvia roja
y en ese momento la luna se posara frente al sol
la noche será brillante y tu ya no estarás