es simplemente el grito desesperado
de un alma que no sabe si quiera si está en pena
pero, ¿quien puede saber realmente como está?
si toda la ilusión de la vida la crea la propia mente
y la mente no hace caso muchas veces,
actúa y actúa como un maratonista ciego
corre a la deriva y no quiere un guía,
un barco en la noche que no quiere un faro para alumbrar la penumbra
maldita sea la mente que tapa al espíritu
y que nubla la razón, que confunde los sentimientos
que mata a los hombres por mero placer
que nos envuelve en realidades a medias
realidades que son de mentira
mentiras que son ilusiones
ilusiones que son nuestras vidas
vidas que no son vidas,
vidas que no se saben vivir
pero ¿quien puede vivir en un mundo como este?
si no nos dan ni el tiempo para pensar tranquilos
la tranquilidad escapa, corre como una gacela que está siendo cazada
y el cazador somos nosotros, cazadores lentos y perezosos,
cazadores flojos que no quieren cazar la realidad,
carnívoros que prefieren comer pasto.
el grito despeja el cielo a veces
la desesperación trae la calma
el máximo estrés nos regala la paz
y todo es sólo por un momento,
un segundo de respiro tranquilo, real,
un pequeño momento de sinceridad
y de conexión con todo lo que nos rodea
siente el rio y la cascada, el movimiento perpetuo del agua,
el movimiento eterno de las rocas en el suelo
nada se queda nunca quieto
y las oportunidades vuelan en cosa de segundos
todo se mueve eternamente y no hay forma de detenerlo,
sólo una forma de sobrellevar todo,
confía, respira, que todo se te entrega cuando debe.
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