Paz y Tranquilidad
Las horas pasaban y su mente se mantenía quieta en el tiempo, la paz había llegado al fin y ya no había nada de que preocuparse para ser feliz; sólo y sin alguna responsabilidad ya no necesitaba horarios, trabajo, estudios o nada de eso. El mugroso dinero por el cual tanto sufrió tampoco le hacía si quiera fruncir el ceño, ahora estaba todo a su alcance y la gente a su alrededor hacía todo para ayudar a mantener esa quietud mental y social. Era libre, libre para hacer todo lo que quería, lo único que cortaba sus alas era lo mismo que le entregó esta libertad, sentado en una silla y con sólo la capacidad de pensar no hay mucho que se pueda pedir.
La mirada
Recuerdo aún ese frío día de otoño, la caminata diaria por el parque, mi placer siempre ha sido ver caer las hojas marchitas con la suave brisa, ahora ya no lo puedo hacer, pero recuerdo esos buenos y tranquilos tiempos; recuerdo en especial aquel día, tan tranquilo que pensé que sería y que tanta sorpresa me trajo, recuerdo que te veía desde lejos y de a poco nos fuimos acercando, tan poca preocupación que parecía que teníamos el uno con el otro, pero sólo bastó estar más cerca, recuerdo tu rostro claro como la nieve, matizado con tus pecas, recuerdo tus bellos ojos, tan profundos que me hicieron quedar un segundo una eternidad perdido y que de pronto simplemente se perdieron y seguiste tu camino sin prestarme más atención que esa mirada, aún me pregunto si tu mirada me quiso decir algo más, pero ya es muy tarde para eso también.
Ayuda
siempre estas quejándote de tu vida, siempre es un problema o es otro, que nunca puedes descansar, que nunca te prestan atención y que cuando lo hacen es para molestarte, todo está en contra tuyo, siempre dices lo mismo, tu discurso ya me tiene aburrido y aunque odias tu propia vida corriste al verme, quieres morir, pero si me acerco te escapas, esto no es un juego mi amigo, tu ya firmaste la sentencia, sólo tu, sólo e tu casa esta mañana, nunca pensaste que tus padres saldrían de viaje, querías llamar la atención y lo lograste al no poder controlar tu hemorragia, ahora déjame hacer tu trabajo, pues ya no tienes vuelta atrás, camina conmigo, ahora te darás cuenta que tu miserable vida, realmente no era tan miserable.
Eterno amor.
Tranquila sonaba la melodía, inmutable y sin detenerse en el toca discos, la novena de beethoven, su favorita, el ambiente quieto y él, ya en su vejez podía disfrutar sin preocupaciones de este placer, su café típico en la templada tarde otoñal, nada de cigarros, ese vicio ya lo había dejado hace mucho tiempo por complicaciones médicas, no tenía miedo a la muerte, pero no quería apresurarla tampoco. Su mujer sentada en frente suyo le sonreía con la misma felicidad de siempre, hacía ya treinta años juntos, treinta años de noviazgo, de alegrías y tristezas juntos, años de compañerismo y amor; él se sentía el hombre más afortunado del mundo por tenerla aún, siempre lo quiso así, desde que la conoció, pero muchas veces creyó que sería demasiada la suerte como para que sea real, pero ahí estaba, su mujer, su musa, su pasión e inspiración, sonriente aún, se acercaron y besaron, luego ambos se volvieron a recostar en sus asientos y cerraron los ojos, juntos y felices.
Pequeños científicos
Aún no se explicaban muy bien quien entraba al laboratorio durante las noches, los profesores tenían sus propios laboratorios para realizar investigaciones, además las cámaras no registraban a nadie entrando a él, fantasmas parecía ser la única opción razonable, pero la ciencia no podía aceptar esta teoría tan fantasiosa y decidieron darle un final al misterio dejando una cámara escondida dentro del laboratorio. Lo que vieron simplemente los dejó atónitos, la ciencia tenía razón, no había tal cosa como fantasmas, aunque el resultado era aún más fantástico y maravilloso para algunos, pequeños seres en pequeños delantales de laboratorio y con sus lentes debidamente puestos entraban a través de un conducto de ventilación, sacaban los reactivos y se ponían a trabajar; estaban todos maravillados con el descubrimiento, no podían creer en estos duendecillos científicos que con una destreza impresionante llevaban a cabo varios experimentos y luego de cierta hora y antes de volver al ducto todos bebieron de uno de los frascos, el único que dejaron cuidadosamente lavado y guardado, nunca más volvieron, probablemente consiguieron su objetivo.
....
Canta y baila, sigue así toda la noche y todo el día, incansable hasta que yo me canso, mi pequeño títere.
Dolor
No sigas diciendo esas palabras, pues la sangre ya está cayendo por la herida que tengo en mi brazo y al parecer tus palabras son tan dolorosas como ella, no hables más te imploro y no me mires así, la sangre cae rápidamente de mi pecho y que tus ojos se claven en mí sólo hace que sea más profundo mi dolor, no me lleves por favor, no me toques que tu tacto destruye mi carne y pulveriza mis huesos, ¿cual es tu propósito?, ¿por qué nunca antes te había visto?
Juicio
El juez lo miró y en sus ojos vio a su propio hijo siendo condenado a la pena de muerte, en la mirada del asesino vio la pureza de la humanidad, que todo lo malo tiene algo bueno, se dio cuenta que una persona, sin importar el tamaño de sus obras sigue siendo una persona, su lengua se trabó y no pudo decir ninguna palabra más, el juicio no terminó ahí.
Caleuche
El caleuche no existe, es tonta la sola idea de imaginar un barco fantasma, llena de espectros antiguos que surcan los mares con el sólo propósito de hacer el mal a los vivos, seres muertos de eterna agonía que se ve apaciguada con el sufrimiento de los que aún respiran. No es más que un viejo mito para que los idiotas no se embarquen borrachos a las altas horas de la noche como lo hice yo, pero aquí me vez, en un excelente estado, ahora dime mi amigo ¿qué tipo de cantina es esta?.
Tué-Tué
dígame señor, porqué usted perturba el camino de este pobre hombre cansado y agobiado por un arduo día de trabajo y esfuerzo, ¿qué he hecho yo, además de beber un par de copas para ser detenido y molestado? si no le he hecho mal a nadie ni mucho menos faltado el respeto a usted; respóndame simplemente y dígame que es lo que usted desea, pues esperaba una tranquila caminata por este casi intransitado camino, pero no soy un hombre descortés ni mucho menos, así que atenderé sus peticiones de la mejor manera que pueda según mis facultades limitadas me lo permitan, bueno bueno, ya es tarde y mi familia me está esperando así que si no tiene alguna petición para mí por favor le ruego me deje continuar con mi viaje y claro que será bienvenido cuando lo desee en mi hogar, yo no le cierro la puerta a nadie.
No, no tengo ninguna petición para usted señor, pues se ganó mi respeto profundo y hace años ningún hombre hacía eso, por eso le agradezco su invitación, pero mi visita, no es para ningún mortal algo deseado, hasta luego pues, amigo mío.
Estudio.
Cada momento, cada segundo y cada palabra que leía de ese gran libro lo separaba de una realidad y le hacía sumergirse en otra, una que para muchos podría ser abstracta, pero para él era tan tangible como las páginas del mismo libro. Podía ver cada mecanismo de reacción, podía modificar cada molécula con su mente y ver el resultado de la misma; sentía en su nariz el olor de los reactivos y solventes que el texto le iba describiendo, su mente ya se apartaba de todo lo que lo rodeaba y lo acercaba a un imaginario laboratorio, cada palabra se transformaba en una acción y cada acción le daba un resultado que podía ver sentir y oler como si estuviera presente. La noche avanzaba y lo que parecía un estudiante inmóvil era un científico trabajando, no para los ojos ajenos sino para sus propios ojos; ya ni siquiera leía, trabajaba libre de las palabras ajenas, su trabajo era impecable y al pasar de las horas su conocimiento parecía venir de una iluminación divina, sabía que era lo que debía hacer aunque nunca lo había hecho. El reloj avanzaba sin parar y la noche ya le daba su espacio al día, pero él seguía en su laboratorio sin importar la hora, él se quedó en su laboratorio, sin importar nada.
Ilusionista
¿como puedo engañarte a ti, si eres de la misma especie que yo?
- no quiero engaños, sino la verdad
la verdad está más allá de tus manos!, está más allá de lo que podrás jamás soportar, soy el amo y señor de los engaños, de la magia y la ilusión, para que entregarte la verdad, la horripilante verdad, si en mis manos está el poder de hacer de todo una maravilla. ¿Recuerdas cuando dijeron que te engañé y manipulé?, pues no fue solo eso, fuiste el regocijo de todos mis engaños, mi magia calló sobre ti como la tormenta en la ciudad, no sólo caíste en mis palabras sino que también en mi hipnosis, tus ojos se clavaron fijamente en mi y eso fue la motivación que necesitaba para dejarme llevar por mis deseos más macabros, todo lo que tu recuerdas es una bella velada, pero todo es un disfraz, nada es lo que parece y no, no soy tan vil como todos dicen, soy aún peor. Pero es demasiado lo que ya he dicho y lo que sabes, ¿acaso te dio sueño?... pues duerme tranquilamente, yo te cuidaré.
pestañeo
La sangre aún brotaba de mis manos, pero ya no más de su cuello.
Ascensor
llevo tanto tiempo en este lugar que ya olvidé si subía o bajaba... creo que hace ya hace un tiempo debería haberme hecho esa pregunta, realmente, ¿hacia dónde voy?, no se por qué me subí a esto, ¿hacía dónde voy, qué hago con mi vida ahora? ¿es que algo realmente tiene un sentido real? olvido por qué estoy en un ascensor y olvido quién soy, creo que la realidad es bastante frágil a mis ojos, si realmente fuera algo trascendental no lo habría olvidado; puede ser una oportunidad, tal ves pueda ser quien quiera ser... pero, ¿quién quiero ser?, oh, por fin se abrió la puerta
No hay comentarios:
Publicar un comentario