domingo, 18 de noviembre de 2018

Mi buen amigo

Brindo por ti en ésta la última noche, amigo mio
brindo por el compañerismo que siempre tuvimos,
brindo por estar siempre el uno para el otro
brindo por tantos años, por ser un hermano.


Ahora que se pone el sol sobre nuestras cabezas
pienso en tantos momentos buenos,
mientras una lágrima cae por mi mejilla.
una lágrima, tan solo una.


Mi mente da vueltas y vueltas sin saber en que pensar,
una noche como otras, una noche como ninguna,
el recuerdo del fatídico día no se aleja,
está clavado como una estaca en mi corazón.


Aquella noche que te perdí por siempre,
aquella noche en la que nuestros caminos
se separaron en una unión sin igual,
un choque cósmico de fuerzas que se repelieron.


La sangre de mi sangre,
la alegría de mi vida desapareció entre tus brazos,
recuerdo cuando el portal dejó entrar la luz de mis ojos
y observaron el demonio de los tuyos sobre el ángel de los míos.


Un demonio como nunca había visto tomó posesión de ti,
un demonio que rompió la luz de demasiadas vidas,
tus tentáculos rodeándola, tomando lo que no le pertenecía,
apagando la luz más brillante que las estrellas han visto.


Agitado sobre el cuerpo inerte,
junto a su vida se fue tu demonio,
tus lágrimas rodaron,
las mías también,
las del mundo completo.


Que solo el cielo es dueño de la justicia,
que un alma humana solo posee la venganza,
y yo tan humano como jamás había sido
tomé lo único que el destino me permitía.


Amigo mío, te llevaré en un último viaje,
por mil infiernos, ida y vuelta,
amigo mío, sorprenderé al mismo creador,
con tu miedo y tu dolor.


Y ahora que soy testigo de tu muerte como lo fui de tu vida,
observo tu último aliento con la más grande felicidad,
en una danza de sangre, gritos disculpas y súplicas,
que quedarán entre nosotros, nuestro último secreto.



martes, 13 de noviembre de 2018

Locura de amor

Soportaría mil y una noches de tortura
Si pudiera ver tus maravillosos ojos nuevamente,
dulce miel de perdición
dulce veneno de mi vida.


Aún recuerdo cuando te cruzaste en mi camino
fue el destino, el mismo Dios nos unió por un segundo
Un segundo que fue una vida entera,
Que abrió mi mente y me llevó al abismo.


El maravilloso amor que habla sin palabras.
Sabía con sólo observarte que me querías a tu lado,
Sabía que nuestro amor era más fuerte que la distancia
Sabía que querías que estuviera a tu lado.


Un hada que baila por el mundo,
saltando sobre nubes te escapas de mis ojos,
pero yo soy la ventisca
y estaré dónde vayas... siempre... siempre.


Dijeron que no debía amarte, pero te amo
dijeron que no debía buscarte, pero te busqué
dijeron que no debía hablarte, pero te hablé
dijeron que no debía forzarte, pero te llevé.


Juntos al fin, en el crepúsculo del último día
el paraíso se abre a nuestro nuevo comienzo
en otra fantasía dónde seamos felices
en un segundo, cuando todo se vuelva noche.


Tus bellas lágrimas, un reflejo de felicidad.
Descanso en tu amor y tus ojos de mar,
tu palabras son actos en mis manos

y la última campana nos aleja juntos de la vida.

lunes, 5 de noviembre de 2018

La Cacería

El manto oscuro caía sobre mi cansancio
y mis pasos apresurados aún no lograban llegar a destino,
corría suplicando ayuda a través del bosque de la indiferencia,
visto por millones de ojos que no observan,
rechazado para ser objeto de cualquier mano amiga,
no era más que una macabra entretención para maniquíes vivos.


Me perseguía el miedo y cada segundo, cada paso
nos acercaba más que alejarnos
veía sus ojos de alquitrán sin voltear la cabeza
y su hambre la sentía gimiendo en mi oído.


Caía la desesperación por mis mejillas
mientras en silencio gritaba por el socorro divino,
pero mis palabras mudas ni el viento las quería mover
y morían antes de nacer junto con un trozo de mi tiempo,
el sudor recorría mi cuerpo recordando que aún estaba vivo,
vivo y muriendo rápidamente junto al tiempo y la cordura.


Una bestia sin igual, gigante, feroz y sin compasión,
alimentada por el odio, el miedo y los temores de la humanidad,
me seguía a mí, elegido de entre todos,
para ser su alimento y nutrir la desesperación.


Un sólo toque, un contacto que no sea onírico,
sólo eso bastaría para que todo termine.
Pensamientos que jamás podrán ser acciones,
una maravillosa y cruel metamorfosis,
un humano que se transforma en un objeto vivo,
un vaso de agua lleno que no se puede derramar.


Perfecta creación de las pesadillas del infierno,
jugando como un gato con un animal pequeño
cuyo destino ya se encuentra sellado y aprobado por Dios,
se eleva majestuoso, asesino y grita un sonido que jamás el cielo ha oído.


Me planté en el lugar dónde el tiempo me dejó,
el destino recayó sobre mi cabeza al igual que el negro manto,
una epifanía siniestra, con un desenlace único y sellado,
un grito, un sonido jamás reproducible abrió la puerta de la verdad.
Ya mi vida estaba en su poder, desde que sus ojos se posaron en mí,
esto era un juego siniestro, el juego de las depravaciones del hombre.


Giré para aceptar mi fatal destino,
mirando a los ojos a la destrucción materializada,
los espectadores no veían más que un loco,
Un esquizofrénico que desapareció ante sus ojos.