Soportaría mil y una noches de tortura
Si pudiera ver tus maravillosos ojos nuevamente,
dulce miel de perdición
dulce veneno de mi vida.
Aún recuerdo cuando te cruzaste en mi camino
fue el destino, el mismo Dios nos unió por un segundo
Un segundo que fue una vida entera,
Que abrió mi mente y me llevó al abismo.
El maravilloso amor que habla sin palabras.
Sabía con sólo observarte que me querías a tu lado,
Sabía que nuestro amor era más fuerte que la distancia
Sabía que querías que estuviera a tu lado.
Un hada que baila por el mundo,
saltando sobre nubes te escapas de mis ojos,
pero yo soy la ventisca
y estaré dónde vayas... siempre... siempre.
Dijeron que no debía amarte, pero te amo
dijeron que no debía buscarte, pero te busqué
dijeron que no debía hablarte, pero te hablé
dijeron que no debía forzarte, pero te llevé.
Juntos al fin, en el crepúsculo del último día
el paraíso se abre a nuestro nuevo comienzo
en otra fantasía dónde seamos felices
en un segundo, cuando todo se vuelva noche.
Tus bellas lágrimas, un reflejo de felicidad.
Descanso en tu amor y tus ojos de mar,
tu palabras son actos en mis manos
y la última campana nos aleja juntos de la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario