domingo, 9 de diciembre de 2012

C'est la vie

Unos corren en la calma del mar,
anticipan la llegada de las olas a la costa;
Caminan por sobre las llamas,
Nadan sin ser mojados por las dudas.

Bendecido fui yo,
por la estrella que con sus rayos bañó mi nacimiento
compartía esa gloriosa naturaleza
de ser casi celestial,
Hasta que una más divina aparición
me transformó en un mortal.

Mis alas se derritieron
y caí en medio de las bestias,
conocí el  dolor
cuando sus dientes entraron en mi piel
para desgarrar mi esperanza,
mis deseos
y consumir mi vida;

Finalmente de mi cuerpo muerto volví a nacer
desde las entrañas del mundo,
desde el barro,
lava y magma,
vida y muerte mezcladas.

Me hizo recordar mi nueva vida
al vuelo de las aves,
el canto de las sirenas,
esta nueva vida
me recuerda la esperanza.

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