miércoles, 18 de diciembre de 2019

La torre negra (parte 2)


 Abrimos lentamente el agujero, observando si habían agarth en el lugar, casi como si fuera premeditado no había nada, el espacio estaba iluminado por alguna fuente que no lograba distinguir, no parecía luz eléctrica ni de fuego, pero era una luz fuerte que se metía en todos los rincones. El espacio estaba vacío, tenía un piso que parecía mármol o piedra muy pulida, con cuidado continuamos agrandando el agujero hasta que lográbamos entrar por el. Así lo hicimos y yo fui el primero que se introdujo, era más cálido adentro, tanto que sentí fuerte calor, necesitábamos deshacernos de las ropas que traíamos, pero dejarlas simplemente tiradas era demasiado peligroso, lo mismo que dejar abierto el agujero, entraba demasiado viento frío, muy obvio. mientras iban entrando todos, discutimos como solucionaríamos este problema; la solución elegida fue que uno se debía quedar a tapar el agujero desde afuera lo máximo posible, utilizando más partes de la misma torre, como también guardar la ropa de todos. Fue Hernán finalmente el elegido para quedarse, si bien podía ser muy útil por su tamaño y fuerza, difícilmente podríamos pelear contra un agarth y nos servía más su fuerza para romper y armar el parche de la entrada.
Estábamos entonces listos para caminar por el espacio infinito de esta torre, nos llevamos unas linternas por si eran necesarias, un hacha de mano y unas bengalas. Avanzamos cuidadosamente por el gigantesco espacio vacío, se oía ligeramente el golpe de las olas contra las paredes, pero además de eso no había otro sonido, ni siquiera el de nuestras pisadas. Llegamos al primer umbral, era de unos dos metros de ancho, en el borde me apoyé en la pared para observar hacia fuera, nada, todo vacío, para saber si era normal o extraño no teníamos suficiente información, de la torre sólo se sabía la locación, pero nadie jamás había entrado. Esto era estúpido y arriesgado, pero no había otra alternativa, no había tiempo para planear otra forma así que sólo quedaba la opción de arriesgarnos a todo por todos. Mi mente estaba medio nublada, mi corazón muy agitado, creo que en ese momento no podría haber articulado alguna palabra, estar en la inmensidad de ese espacio era tan maravilloso como atemorizante, el silencio solo hacía que mis pensamientos incoherentes resuenen más fuerte en mi cabeza, en cualquier momento esperaba que llegara el final, un ejército de agarth y todo acabara, pero nada de eso había ocurrido, al menos no aún. Pasamos del umbral, la siguiente sala parecía echa de alguna madera, que la cubría desde el techo, que se encontraba a unos 5 metros de altura, hasta el suelo que pisábamos, toqué el suelo, se sentía como madera, pero no se veía una tabla, era todo lo hecho de una pieza, lisa, sin relieves, como si nos encontráramos dentro del tronco de un árbol más que gigante. En este lugar ya no se oía el golpe de las olas, por lo tanto, considerábamos que estábamos acercándonos al centro de la torre, nuevamente un espacio gigante, probablemente unos 30 metros de diámetro, vacíos.
El vacío y la ausencia de ruido no ayudaban a nadie, podía sentir los nervios de todos, el ambiente se estaba volviendo tenso, nadie hablaba, sin embargo, se podía notar en los rostros, incluso la aparición de un agarth podría darnos un poco más de tranquilidad, hacernos sentir que estábamos en el lugar correcto, que no había una emboscada esperándonos.
Laura, era una bióloga, estudiosa de las criaturas marinas que habitaban climas fríos, se fue acercando a nuestra investigación al darse cuenta de anomalías genéticas y conductuales de los peces que habitaban cierta zona entre el continente y la Antártida, claramente esa zona era exactamente la que rodeaba a esta torre, de alguna forma, influía en los seres que se encontraban cerca, de tal forma que eran capaces de modificar su ADN. Podía sentir su respiración jadeante cerca mío, mostraba al menos ser la persona más nerviosa del grupo en este momento, a pesar de que siempre había tenido una personalidad tranquila. Me tomó de los hombros y apoyó su cabeza en mi espalda, al parecer buscaba calor humano y tranquilidad, traté de mantenerme tranquilo, aunque su contacto me hacía querer estremecerme, sentía la responsabilidad de ser el soporte de todos, aunque no era el líder de nada, supongo que por ir en frente. A diferencia del salón anterior en este no se veía una salida, estaba completamente cerrado, por lo tanto, solo atiné a poner mi mano en la pared y recorrer el enorme salón. En eso estaba, a paso lento y nervioso, mientras mi mano tocaba la lisa superficie y todos me miraban nerviosos y extrañados y me seguían como hipnotizados por mis movimientos. Cuando iba por la mitad del salón vacío sentí como si lo sólido se pusiera viscoso, sin embargo, al quitar mi mano esta salía completamente limpia y sin rastros de nada. Silenciosamente indiqué a mis compañeros acercarse y poner su mano en el mismo lugar, todos sentíamos lo mismo. Esto era aún más inquietante, la realidad al parecer podía ser transformada, si había ilusiones aquí nada podía asegurar que no había más y que todo lo que estábamos viendo en este momento eran solamente ilusiones. Se sintió nuevamente un aire de desesperación recorrer todo el lugar, los rostros de todos se veían más y más intranquilos y yo no tenía la fuerza mental para calmar a nadie si no podía siquiera calmarme a mí mismo. En algún momento de mágica ventana de calma, observé a Laura, estaba aún más intranquila y sabía que en cualquier momento podría cometer un acto de locura, la tomé por los hombros y la sacudí fuerte, me miro con ojos desorbitados, pero aún con algo de cordura, susurré. cálmate o moriremos ahora mismo; ese susurro llegó a los oídos de todos y pareció tener un efecto positivo de alguna forma, de a poco todos comenzaron a respirar menos agitados, nos sentamos a pensar por un momento, llegamos a la conclusión que lo más lógico era continuar palpando la pared por si existían más zonas de ilusión. Al final del paso por todo el salón encontramos 3 zonas, lo más alejadas posibles la una de la otra, podían ser algún tipo de portales, era lo más "lógico" como también podía no ser nada o entrar y morir horriblemente, tantas y maravillosas posibilidades.

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