Otro ciclo comienza
me levanto para ver la penumbra cubrir el lugar
mi alma llena de la misma esencia que la oscuridad brilla con luz negra,
mi piel reconoce sus origenes y me llama
para mezclarme con mi fuente de existencia
con la parte de mí que no quiero aceptar,
con la parte de mi que nadie desea aceptar,
con la base del mundo que todos quieren ocultar;
aquella naturaleza que es de todos pero solo a mí llama,
solo a mí desea,
me estira sus amorosos brazos como una madre,
soy su hijo, aquel hijo que se pierde,
pero que sabe que tarde o temprano volverá a lo mismo.
Veo, observo el portal en mi habitación,
que me separa de mi progenitora, mi eter
aquella sustancia de la que estoy hecho,
mi adorada oscuridad,
me obliga, me obligo a mover este cuerpo deshecho,
falso, marioneta sin hilos,
caído y abandonado por el titiritero de amor,
pero acogido por aquel que había sido por todos rechazado.
Hacia ti voy, tuya es mi vida, mi amor y mi destino,
mi amado ser rechazado, olvidada amante de todos,
tu que acoges a quien te busque
y que no desespera cuando te dejan,
ya que quien te tuvo una vez,
jamas se libra de ti,
sabes que todos volverán, aunque ante los demás te rechacen,
pero yo te amo en mi soledad y en compañía,
yo quien jamás quiso aceptar lo obvio,
yo que fui el ciego que no quiso ver
yo que te amaba y no lo acepte.
Pero ahora vi la negra luz,
retorno despierto a ti cruzando el portal,
el umbral que nos separa,
mi amada, la única para mi,
la razón por la que se acaba los días,
mi noche...
No hay comentarios:
Publicar un comentario