sábado, 31 de diciembre de 2011

Capitulo II: La Prueba (parte 1)


 Parte I

…Quería que al sonreír fuera gracias a mí, y ser parte de la luz en su rostro ¿Era eso realmente un pecado tan grave?...

- Realmente eres extraña –dijo Matilda mientras caminaba con Ginn hacia su sala- rara vez alguien habla tanto conmigo
- Jeje tengo curiosidad, eso es todo –sonriendo
- No es que me moleste, pero estoy acostumbrada a que me ignoren así que me acostumbre a ignorar a los demás, si soy un bicho raro para ti es tu problema, no el mío
- Mm no me refería a eso, no tengo curiosidad en que hables poco, sino en que tienes una manera muy particular de ser amable –poniéndose frente a ella mientras comenzaba a caminar de espaldas y con sus manos tomadas por detrás de su cintura, terminó su oración dedicándole otra sonrisa, a lo que Matilda respondió deteniéndose enseguida
- ¿Me estas tomando el pelo?, no puedes decirle amable a alguien que manda a volar a un compañero de academia en su primer día –ofuscándose al creer que se burlaban de ella
- ¿Pero lo hiciste por protegerme no?, no creo que las acciones de la gente las definan realmente, sino el motivo por el que las hacen, por eso creo que eres amable y me agradas
- No logro entender como piensas –volviendo a avanzar, ahora con la cabeza inclinada hacia el piso y los ojos cerrados por un momento para luego abrirlos con algo de nostalgia- aunque supongo que alguien que creció sin amigos no es la persona indicada para entender a la gente
- Vaya… disculpa recordarte eso –dijo apenada- mí me pareces muy simpática
- Los niños de mi vecindario no pensaban lo mismo, generalmente me molestaban y yo no me defendía, ni siquiera les respondía, supongo que un día decidí convertirme en la mejor maga de viento y así demostrar que era mejor que ellos
- Lo mío fue diferente, crecí en una granja lejos de la ciudad y no vivía ningún niño cerca con quien jugar, además mi abuelo me entrenaba todo el tiempo así que como nunca conocí a mis padres no tenía a nadie con quien hablar por lo que jugaba en el bosque cuando él no estaba y me entretenía hablándole a los árboles y animales –en eso se dio vuelta para volver a caminar de frente cuando vio un cartel en la puerta de su sala- he… Matilda…
- ¿Si?
- Mira –indicando al cartel que decía:

“Los alumnos de la Sala A-1 dirigirse
 A la sala de entrenamiento 5”
               
                La nota ni siquiera estaba firmada, al llegar a dicha sala ya estaban todos los alumnos agrupados afuera hablando, cuando Ginn y Matilda se acercaron a la puerta doble esta se abrió de golpe y una flecha pasó rozando la cabeza de un alumno el cual se sobresaltó y se escucho una voz gritando desde dentro
- ¡Esta será su primera prueba! –les gritó la Profesora Erika que se encontraba en el centro del área de combate, la sala era de alrededor de una hectárea de extensión y estaba repleta de bloques de lego gigantes puestos al azar por lo que una vez dentro había suficiente espacio para que cada alumno fuera por su propio camino sin necesidad de verse unos con otros, el único sitio diferente era el área de combate en el centro de la sala, donde se encontraba ya que era un cuadrado de 10x10 metros completamente despejado de obstáculos y tenía una torre para el árbitro a un costado suficientemente alta como para ver por sobre los bloques de lego, ahí se encontraba la profesora Erika junto a un alumno- ¡Deben llegar hasta donde yo estoy, pero cuidado, hay varios alumnos de segundo año ocultos en la sala que los detendrán! –y sonriendo- ¡Todos los desafíos que les he impuesto son superables para alumnos de primer año, así que si no son capaces de pasar esta prueba no cumplen mis expectativas y los estándares de calidad de esta academia, por lo que serán expulsados!
- Eso… no creo que sea correcto –dijo Ginn
- Las cosas son como son –argumento Matilda- de cierta forma es entendible siendo la Academia Real, aunque no nos guste
- Eso no lo hace correcto y no me acaba de gustar, pero tienes razón, ya estamos aquí así que divirtámonos pasando esta prueba juntas ¿sí? –sonriendo una vez más
- Como quieras, con tus habilidades no serás un retraso, ahora prepárate –y ambas se colocaron en posición de combate
- ¡Comiencen! – Grito Erika y una lluvia de flechas y poderes elementales atravesaron la puerta golpeando a los que no fueron capaces de esquivarlos, sin embargo los ataques realizados dentro de la sala estaban sellados para causar un mínimo de daño físico posible, en cambio frenaban el flujo energético del cuerpo causando que el impactado se desmallase, los que esquivaron los ataques entraron a la sala dispersándose enseguida, Ginn y Matilda quedaron separadas varios metros pero alcanzaban a verse entre sí, entonces, cuando Ginn iba a ir donde Matilda un espadachín de segundo año la ataco cortándole el paso obligándola a bloquear su estocada con la suya propia aun enfundada, Matilda quiso ayudarla pero una esfera de fuego paso frente a ella y se detuvo mirando hacia un costado
- Preocúpese por sí misma primero, señorita –le dijo un mago de segundo año poniéndose en posición de combate- tenemos nuestros poderes reducidos al nivel que se espera de ustedes así que este es un combate bastante justo, aunque aburrido también
- ¿Eso se verá una vez luchemos no crees? –lanzándole una ráfaga de viento mientras corría hacia él
- Jejeje interesante y atrevida –esquivando la ráfaga y lanzándole por su parte un torrente de fuego obligándola a cubrirse concentrando viento en su báculo y haciendo pasar el fuego por su costado “je, ahora atacara por el otro lado” pensó el mago y preparo su siguiente ataque esperándola para anticiparla, por su parte, el espadachín de segundo hiso retroceder a Ginn y acumulando aire en su espada volvió a atacarla ahora mandándola a volar un par de metros con un impulso de viento al cubrirse esta, cuando Ginn llego al suelo comenzó a correr hacia el espadachín y levanto su espada para hacer un corte alto por lo cual él se preparo, sin embargo, al estar justo al frente Ginn soltó su espada y siguió pasando por su lado muy rápidamente y con mucha agilidad, este apenas la vio pasar y mientras él se cubría de la espada que seguía la trayectoria Ginn lo golpeo con el dorso de su mano en el cuello dejándolo inconsciente y luego tomado su espada antes de que caiga al suelo “de esperarse de una alumna de Ilión” pensó Erika, mientras tanto Matilda, al contrario de lo que esperaba su oponente, atravesó el torrente de fuego recibiendo algo de daño y desde ese lado uso su báculo como abanico mandando a volar al mago que había quedado en mala posición, el mago alcanzo a lanzarle dos esferas de fuego a Matilda antes de chocar contra el techo y desmallarse, Matilda hábilmente desvió con algo de viento la primera pero la segunda siguió golpeando el suelo detrás de ella e inesperadamente al chocar se dividió en decenas de pequeñas esferas de fuego que salieron en todas direcciones, la maga no alcanzo a reaccionar para darse la vuelta y cuando 3 de estas esferas iban a golpearla Ginn apareció detrás de ella bloqueándolas rápidamente con su espada, las esferas se consumieron al instante contra la funda de esta
- Gracias
- De nada, pero deberíamos seguir antes de que lleguen más oponentes –cayendo el mago de fuego frente a Ginn

domingo, 25 de diciembre de 2011

Capitulo 16: Rompiendo confianza, Preparando el viaje


-Ni te acerques!!- gritó desesperada Tamara y al hacer esto los tatuajes de todo el cuerpo de la otra mujer brillaron fuertemente, Brenna gritó de dolor y calló desmayada al suelo, instantáneamente la mujer volvió a la normalidad.

Al despertar, Brenna se encontró amarrada y en un sillón que ella reconocía, a su lado estaba Tamara.
-Ven Marie, ya despertó.- en unos segundos apareció la mujer aludida, con el rostro serio como nunca antes Brenna la había visto.
-Okey Brenna explícate.- dijo Tamara
-¿Qué quieres decir?.- respodió
-¿Cómo me puedes preguntar eso, intestaste matarme.-
-Lo siento por eso, pero....- la mujer comenzó a balbucear
-explica todo y no trates de brillar de nuevo campanita.- dijo Marie
-Supongo que no me queda de otra.- suspiró Brenna - Sucede que yo e vivido viajando por un motivo, en Chiloé hay muchos brujos y brujas y ellos no hacen muy bien las cosas a veces ¿saben?. Mi madre era una bruja muy poderosa, pero mi padre ni siquiera es humano, es un demonio, por eso tengo todos estos símbolos en mi cuerpo, son mi maldición por ser hija de un demonio.-
-Pero los simbolos aparecían en el libro atlante, Brenna tu eres una descendiente atlante, no eres una demonio.-
-¿y tú que sabes que soy yo?.- dijo en un tono agresivo.
-Señorita usted no está en posición de hablar en ese tono.- dijo Marie
-Estas amarras no me detienen.-
-Puedes intentar safarte entonces, pero puedes encontrarte con una sorpresa.- Brenna solamente se recostó, ella sabía que la mujer no era normal.
-Bueno, pero yo lo sé porque alguien me lo dijo, además no te parece que si fueras un demonio no tendrías coincidencia con el libro.- dijo Tamara
-Tiene sentido, pero no tengo una manera de saberlo, no por ahora.-
-Bueno la verdad hay una manera de saberlo y además de que te enmiendes por tratar de matarme.-
-Oh.. claro, bueno lo siento nuevamente por eso, me deje llevar por el momento.-
-Un poco excesiva la reacción, deberías de haber confiado en mí.-
-No puedo, siempre que he confiado en alguien cosas malas pasan.-
-Bueno ahora no te queda de otra, debes confiar en nosotras.-
-No se si pueda, pero me intriga quien te dijo lo de la atlántida.-
-Eso depende,¿ vas a confiar o no?.-
-¿Y ustedes?.-
-sí, ya que con lo que te diremos todas estaremos obligadas a confiar entre nosotras o a matarnos.- Interfirió Marie.
-Está bien, las escucho, pero creo que sería una buena muestra de confianza si me sueltan.- Tamara cortó las amarras de Brenna y las tres mujeres se sentaron en el sillón, dejando a Brenna al medio.
-Me lo dijo un amigo mío, él me dijo que yo conocía a una mujer que era descendiente de la atlantida.-
-¿Y dónde está ese amigo?.-
-Está muerto.- dijo Tamara bajando la cabeza por una tristeza que no había sentido hacía ya mucho por la muerte de su amigo.-
-Ya veo... o sea ¿él era un brujo?.-
-No lo sé, sólo sé que se me aparece en los sueños y me pidió que te buscara para poder volverlo a la vida, dijo que la mujer atlante sabía como hacerlo.-
-Al parecer no es cualquier tipo de persona.-
-Dinos entonces.- dijo Marie- ¿Sabes revivir a los muertos?.-
-Sí, en teoría, aunque nunca lo he hecho ya que el muerto también debe ayudarme.-
-Yo creo que él puede, sino no hubiese pedido que te busque.-
-Eso tiene sentido, tal vez también me pueda explicar mejor todo este asunto de mi supuesta ascendencia.-
-es probable, pero ¿como hablamos con él?.- preguntó Marie.
-Si realmente puede hacer lo que debe para volver a la vida, entonces solamente hay que preparar el ritual.-
-Excelente, ¿que se necesita?.- A Marie ya se le había vuelto a ablandar la voz al dirigirse a Brenna.
-El cuerpo.-
-rayos.- dijo Tamara
-¿Qué pasa?.- Preguntó Brenna
-No tenemos el cuerpo.-
-¿Y dónde está?.-
-En Panguipulli, enterrado enel cementerio.-
-¿Hace cuanto que está muerto?.-
-Ya debe llevar unos dos meses.-
-Puede que ese cuerpo esté muy descompuesto como para que lo pueda utilizar.-
-¿Y cómo podemos saber eso?.-Preguntó Marie
-Sacándolo de dónde está.-
-¿Profanar la tumba?.- Preguntó Tamara con una voz  temerosa.
-Sí, creo que eso es lo que hay que hacer.-
-Entonces volvemos a Pangui.- Dijo emocionada Marie -Movámonos enseguida.
-Tranquila Marie, creo que podemos irnos mañana, al menos para arreglar todo.- dijo Tamara
-Como quieras, pero Brenna ni se te ocurra escapar, porque te perseguiré por el mundo completo si es necesario.-
-Tranquila Marie, recuerda que ahora debemos confiar entre nosotras.- respondió Brenna.
-O Matarnos.- Señaló Marie.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Tímido

¿Acaso no sientes mi mirada?,
no te puedes dar cuenta como te sigue
hasta dónde mis ojos ya no ven,
hasta dónde sólo mi alma sabe que estas.

Sólo verte me llena de amor el alma,
me dan ganas de continuar viviendo,
continuar cantando, continuar existendo,
pero quiero verte aún más... quiero quererte aún más.

¿Porque eres tan timida?
¿Por que no me dices lo que quiero oir de ti?
dime lo que quiero que me digas
yo estoy mudo, estoy paralizado

Estoy en un cubo de hielo
y tu sigues pasando al rededor sin derretirlo
eres el calor, eres la vida
yo necesito vivir... pero no puedo moverme,
solo puedo mover mis ojos.

Te sigo en la sombra más oscura,
sé que no me puedes ver,
no me puedes sentir, no sabes que existo
¿Por que no sabes que estoy ahí?

Tu olor es invariable
tu rostro es igual de hermoso
tus labios son igualmente rojos
pero tu escencia es aún más hermosa ahora... duerme

yo te cuidare mientras duermes,
yo te besaré mientras no lo sepas,
seré un amante secreto...
incluso para ti.

Nada podrá separar nuestro amor
no podrá ni siquiera tu timidez,
se que nunca dijiste que lo querías,
pero no importa, lo se... ya no nos separaremos nunca más.


Destrucción y Muerte


El camino era más oscuro que de constumbre
La vida era menos vida que de costumbre
él era menos él que de costumbre
ya nada era lo que antes fué.

Todo es negro, destrucción y muerte
la misma nube que los techos moja con la lluvia
llueve sobre su cabeza
y no hay techo que le pueda proteger

No hay paz que le pueda contagiar
no hay risa que lo pueda alegrar
sólo un payaso la tristesa puede aumentar
solo la vida fantasmas puede traer

Incluso los fantasmas, de la vida fueron parte.
Incluso la lluvia ayuda a crear el arcoiris
Incluso la destrucción es la base de algo nuevo
incluso él no puede dejar de ser él totalmente.

Sólo la costumbre le enseño a cantar bajo la lluvia
le enseño que la lluvia le da vida al mundo
que por donde pasa, vida deja, pronto muerte habrá
pero hoy hay vida... y la vida es para actuar.

La misma nube se terminó por agotar
y a su ida dejó antes un camino de flores y esperanzas,
por dónde él pasó ya no hay sequía,
creo euforia y alegría...

y ahora camina hacia atrás para tomar los frutos de su arbol.

la fabrica de la felicidad

bienvenido a este nuevo mundo, dónde las fantasías más increíbles se transforman en realidad, camina por un mar de sueños vivos, camina conmigo, sere tu guía.
Verás a tu izquierda esos hombres trabajando, crean arcoiris hermosos muy laboriosamente, de las más finas esperanzas y sueños sacan los colores para que los niños puedan soñar con oro. Cuidado dónde pones tus pies, no no vallas a resfalar con la sangre del suelo, no pongas esa cara, es un proceso normal cuando un osito de peluche quieres crear.
Pero sigue conmigo en este bello viaje, espero no te aburras, pero si lo haces, se como sacarte una sonrisa, esta fabrica tiene incluso un circo, mira ahí están tus políticos, bailando,cantando y vendiendo para hacer más felices a sus jefes, miralos mentir y abrasar a la gente, miralos hacer el ridiculo para darles de que hablar a sus detractores, son payasos especialistas en la distracción. Hay un pequeño problema, al parecer las princesas no tendrás sus maquillajes muy pronto, según parece los perritos que teniamos se han escapado egoistamente.
¿Qué te a parecido el recorrio? espero y te diviertas tanto como yo, ahora sabes grandes secreto de la vida, ahora conoces el lugar y las recetas de los sueños de la gente, pero aún queda algo importante por conocer; mira mi bastón, miralo atentamente, siente como hace brotar la sangre de tu craneo, siente como te hace feliz.

Capitulo I: Voces del Pasado (Parte 3)

Parte III

- ¿Se puede saber por qué practicas con ese árbol? –pregunto de inmediato e indignada Ginn, que siempre había crecido en el campo y le tenía mucho respeto a la naturaleza
- ¿Acaso te molesta?, joder que ni en la Real Academia pueda uno practicar en paz –y le dio la espalda con la intención de seguir haciendo lo mismo – piérdete naturalista
- Que descortés no responder una pregunta y tratar así a una mujer, deberías ser más amable
- No necesito ser amable con los vagos que me limitan por un simple árbol, necesito practicar para no quedar en un curso mediocre, aunque claro, si prefieres no me molestaría que ocupes su lugar – y dándose vuelta le mostro su espada soberbiamente
- La violencia nunca es la mejor opción, pero no voy a dejar que lastimes un árbol por gusto y si me atacas tendré que defenderme – a estas alturas ya Matilda estaba observando a una distancia prudente, no le interesaba meterse en una pelea insignificante
- Tsh además de habladora cobarde, realmente me desagrada la gente como tú – y lanzándose contra ella con la espada desenfundada le lanzo una estocada alta a lo cual Ginn respondió con un simple movimiento de pies con el que dejo pasar el ataque del espadachín por su costado y usando la propia fuerza de su ataque lo tomo del brazo y con una llave rápida lo hiso darse una vuelta en el aire y caer de espaldas soltando una bocanada de aire con el impacto a lo que Matilda reacciono con sorpresa, sin embargo, en vez de someterlo en el piso Ginn prefirió alejarse y darle espacio para que se levantara, cuando este lo hiso no fue precisamente para pedir disculpas sino que girando su espada en el aire creó un camino de fuego que la envolvió en llamas y al lanzar una nueva estocada a Ginn esta tuvo que bloquearla con su propia espada sin desenfundar, la propia funda de su espada inmediatamente contrarresto gran parte del fuego en la hoja rival sin embargo una parte alcanzo las manos de Ginn obligándola a soltar su espada y cayendo de rodillas tomándose las manos – Tus movimientos son bastante buenos, pero si no usas tus ataques elementales nunca serás una buena espadachín… - en ese momento el hombre fue rodeado por una nube de polvo que no paraba de girar a su alrededor, mientras el trataba de dispersarla Matilda ya estaba detrás suyo y con un movimiento de abanico de su báculo mando a volar varios metros al espadachín el cual se arrastro en el piso al caer
- Llenándote la boca de soberbia y vaya mediocre resultabas ser tú – dijo Matilda mientras ayudaba a Ginn a levantarse con una mano – ni siquiera necesitó usar algún poder elemental para vencerte, así que la atacaste con tu elemento para que no pudiera bloquearte, bueno –ahora mirándolo fijamente mientras se levantaba y con su báculo apuntándolo – supongo que ahora sabes cómo se siente un ataque contra el que no puedes hacer nada – la mirada amenazante de Matilda perturbó al espadachín quien enfundo su espada y se fue de ahí maldiciendo para no demostrar que en realidad sudaba frio, luego dio vuelta la cabeza y miro a Ginn que ya estaba de pie - ¿Estás bien?
- Si, muchas gracias pero… ¿Cómo sabias que no podría…?
- Es fácil darse cuenta una vez que tienes cierta experiencia, aunque es bastante extraño, con tus movimientos
- Jeje… -Ginn forzó una sonrisa con la clara expresión de no querer hablar del tema por lo que Matilda no insistió. A varios metros y entre los arboles las observaba la profesora Erika apoyada en un árbol y con los brazos cruzados
- Cuanto tiempo sin vernos Ilión, ¿Cuánto ha pasado, 15 años?
- Sabes que son 17… -dijo el anciano que apareció detrás de ella
- Jejeje si, lo sé, es difícil olvidar el día en que nos abandonaste a todos
- Abandonar es una fea palabra Erika, no recuerdo haberte enseñado a hablarle así a tus mayores
- y yo no recuerdo haberte hecho caso en el pasado cuando era tu alumna, no esperes que lo haga ahora, soy profesora aquí, y Comandante de la Guardia en la Capital, con mi autoridad debería arrestarte en este momento
- ¿Realmente crees que hay suficientes soldados en esta ciudad para arrestarme?
- Tienes un punto… aunque no es que me interese hacerlo, hace 17 años que no hablo con mi maestro, siempre quise preguntarte algo, ¿Por qué abandonaste tu misión y escapaste?
- También sabes la respuesta a esa pregunta Erika – desviando su mirada hacia Ginn
- Si, lo sé, - mirando también a Ginn – de todas formas hay algo que me inquieta, comprendo por qué no cumpliste tu misión desobedeciendo al Parlamento, también comprendo por qué te fuiste y la ocultaste todos estos años, y comprendo por qué sellaste sus poderes evitando que tuviera un destino como el de Draak pero, si sellaste sus poderes ¿Para qué entrenarla con la espada y mandarla a la Academia? Habría sido más fácil dejarla vivir una vida simple en el campo lejos de todo lo que puede hacerle daño
- Si, hubo un tiempo en el que de verdad era eso lo que quería para ella – mirando a Ginn con cariño un momento y luego volviendo a mirar a Erika – sin embargo eso se explica corrigiendo un pequeño error en tu suposición, yo no selle sus poderes para que no los desarrollara nunca… -una reacción instantánea provoco que Erika tomara su espada a toda velocidad para atacar a Ginn pero antes de terminar de desenfundarla Ilión ya estaba frente a ella, había recogido una rama del suelo y con un rápido y suave golpe hiso que Erika soltara su espada tomándola él en el aire, antes de que Erika se diera cuenta de que estaba frente suyo el ya la estaba apuntando al cuello con su propia espada – bueno, como te estaba diciendo –Erika se detuvo al instante, sabía muy bien de lo que era capaz Ilión si había llegado hasta esas circunstancias – se necesitan dos condiciones para que el sello se rompa, la primera es que su cuerpo y su mente estén preparados para soportar y manejar ese poder y la segunda es que esté en una situación límite, pero si solo es una de ellas el sello no se romperá, en cuanto a lo demás ya me encargue, la crie de forma diferente y no cometí los mismos errores que con Draak, es la persona más pura que he conocido… me recuerda a ella… como sea, confió en ella con mi vida, pero si no son suficientes razones para ti entonces tomare algunas precauciones – y pasando su mano por el filo de la espada conjuro unas palabras, la espada brillo un momento y luego volvió a la normalidad – ya está, de ahora en adelante no podrás separarte de esta espada, y en el momento en que intentes algo en contra de Ginn será tu propia espada la que te asesinará
- Cómo puedes… creí que éramos amigos
- Tú no sabes nada… – hizo una pausa – Debo irme ahora, Erika – cerrando los ojos y clavando la espada en el suelo para que ella pudiera descansar – ha sido bueno volver a verte, cuídala por mi por favor – y desapareció sin necesidad de un hechizo, entonces Erika tomo su espada y viendo a Ginn la enfundo
- No puedo confiar en ella Ilión, pero voy a confiar en ti, solo espero no te hayas equivocado.

Capitulo I: Voces del Pasado (Parte 2)

Parte II

Ginn se pregunto cuál sería la sala A-1, sin embargo al entrar en un pasillo la primera puerta llevaba una placa metálica que decía A-1, se sintió algo ilusa y entró
- ¿Sabes a que elemento tienes afinidad? - pregunto de inmediato una profesora que estaba dentro de la sala sorprendiendo a Ginn, la cual no supo cómo responder – te he preguntado a que elemento tienes afinidad, ¿Es que no vas a responder? - Repitió la profesora con poca paciencia al ver que Ginn no respondía y se ponía incomoda
- Es… que… lo que pasa es que no lo sé… - respondió al fin la joven algo apenada, no es que no quisiera responder la pregunta, simplemente estaba siendo sincera
- ¿No lo sabes? – comentó algo perplejo la profesora – bueno eso da igual, examinare tu aura y llegare a una conclusión, siéntate aqui – cuando la profesora puso sus manos a los costados de la cabeza de Ginn esta se sonrojo un poco al pensar que no estaba apta para el manejo elemental, “mm que extraño, no puedo sentir su aura, es como si estuviese sellada… pero un sello tan poderoso como para que yo no lo sienta… además, la energía en potencia que emana su cuerpo es por mucho superior a lo normal, si la aprendiese a controlar podría incluso llegar a tener mayores capacidades que las mías, y esa espada definitivamente es…” – niña, dime tu nombre
- Me llamo Ginn –dijo aun algo avergonzada pero con seguridad- vengo de una montaña al sur de aquí, a unos 20 kilómetros
- ¿Y vives sola ahí?   
- No, vivo con mi abuelo, él me entrenó con la espada y me envió a la academia para terminar mi entrenamiento, aunque nunca pude manejar ningún elemento por más que intentase, estudie toda la teoría así que supongo que simplemente no tengo afinidad a ningún elemento –dijo algo triste – así que mi abuelo me dio su espada para que me protegiese
- Jejeje –se rió irónicamente- tu abuelo… veo que no te explico muy bien lo que es el aura, todo lo que existe tiene energía dentro suyo, ya que todas las cosas, materiales o inmateriales, están hechas a base de energía, y el aura no es otra cosa que la forma en la que percibimos la energía vital o esencial de los seres vivos, a su vez, nuestra energía siempre está en contacto he interactuando con la de los objetos y seres que nos rodean, como cuando sentimos el calor de una fogata, y cuando aprendemos a manejar nuestra energía podemos decidir cómo esta interactuara con lo que nos rodea y así terminar controlando alguno de los cuatro elementos, lamentablemente aun la ciencia moderna no ha podido explicar por qué no podemos manejar más de un elemento en toda nuestra vida, así que se dice que nuestra aura tiene “afinidad” a un determinado elemento desde que nacemos, como ves es imposible que tu no tengas afinidad a un elemento pues eso es inherente a tu aura y es imposible vivir sin una, lo que pasa es que la tuya esta… “disminuida” y por ello aun no has podido manejar ningún elemento, lo que no significa que nunca vayas a poder manejar uno – Ginn escuchaba con atención y seriedad, al momento de escuchar eso ultimo quedo perpleja
- ¿De verdad? - en un segundo su expresión cambio completamente a una de felicidad tan pura que pareciera que hasta sus ojos se le hubiesen iluminado, pero por respeto se mantuvo sentada y se limito a sonreír
- En cuanto a la persona que te dio esa espada… - hiso una pausa – olvídalo, por cierto, ya que esa espada tiene una energía de elemento agua ese será el elemento que estudiaras, yo seré tu maestra la profesora Erika Eslion, hago clases de elemento agua de primer año en esta misma sala, ahora ve al patio principal y espera ahí, las clases comenzaran a la tercera hora, después de almuerzo – Ginn se levanto suavemente y pidiendo permiso se dio vuelta, pero cuando estuvo cerca de la puerta la profesora la interrumpió – por cierto, dile a la joven que está ahí afuera que no necesita entrar, estudiara magia de elemento aire
- “¿Cómo supo su elemento y cualidades a tanta distancia?” pensó Ginn y abrió la puerta saliendo de la sala, afuera estaba la joven apoyada en la pared del pasillo con los brazos cruzados iluminada por la luz de los cristales tras ella, cuando vio abrirse la puerta dejo caer los brazos y su pelo largo y blanco, hasta las rodillas, se movió resplandeciendo formando un perfecto contraste con la túnica negra que llevaba puesta sobre una cota de mallas y sus botas largas negras, la escena fue digna de observarse y Ginn así lo hiso, pero cuando la joven camino hacia Ginn sin mirarla en ningún momento ella le dijo – disculpa, la profesora Erika me dijo que no necesitabas pasar, estudiaras magia de elemento viento
- Mm… supongo que está bien…
- Pero no me dijo a que sala debías ir
- Ese no es un problema, en esta academia se estudian siempre dos elementos no compatibles el primero año, así al tenernos combinados aprendemos a trabajar en equipos, por lo cual se combinan elemento agua y elemento viento, como elemento fuego y elemento tierra
- Entonces seremos compañeras – dijo Ginn sonriendo
- Supongo…
- Yo soy Ginn, mucho gusto – aun sonriendo
- …Yo Matilda… - dándose la vuelta con la clara intención de irse
- Esto… -deteniéndola del brazo- la profesora dijo que debía ir al patio principal, pero no sé donde queda, ¿tú sabes? –Matilda la observo algo sorprendida, no estaba muy acostumbrada a hablar mucho con la gente por lo cual volvió a darse si vuelta y comenzó a caminar
- Es por aquí, sígueme
- Sip –dijo caminando rápido para alcanzarla mientras sonreía alegremente- muchas gracias por tu ayuda Matilda – en ese momento Matilda se detuvo teniendo que detenerse también Ginn y voltearse a verla
- … de nada… -y volviendo a caminar más rápidamente dio vuelta en una esquina para salir por las puertas al patio, allí había un espadachín que practicaba movimientos con su espada, los cuales inevitablemente terminaban en un árbol justo frente a él

Capitulo I: Voces del Pasado (Parte 1)

 Parte I
 En aquel tiempo pensaba querer  que ella fuera toda para mí, cuando era yo el que quería ser todo para ella…

Unas catacumbas hechas de piedra, en la que estaban gravadas cual libro antiguo en todas sus paredes extrañas palabras en una lengua antigua, al final de las catacumbas había una gran puerta doble, que se extendía a lo largo y ancho de la pared final del pasillo, este lúgubre lugar era el campo de combate. Cerca de la puerta se encontraba un hombre joven, de vestimenta negra, botas de cuero, una túnica mágica y una armadura de dos piezas sobre esta, Draak era su nombre, en su mano derecha tenía una espada con extrañas inscripciones y de la cual salía una tenebrosa energía, la espada estaba incrustada en el suelo, y su energía viajaba por el hasta la puerta abriéndola poco a poco, con la otra mano mantenía un campo de fuerza que desviaba todos los ataques que los soldados que estaban frente a él le arrojaban mientras estos mismos luchaban contra los horribles demonios y bestias que salían del otro lado de las puertas entreabiertas.
- ¡Deténganlos, que no lleguen a la superficie! - grito un caballero
- Es inútil, siguen saliendo más y más, debemos cerrar las puertas o no podremos detenerlos a todos - dijo Ilión, uno de los Comandantes - ¡Egrin, date prisa con ese hechizo! - Ilión era un caballero ya mayor con una armadura azul, una espada de una mano y botas azul pardo, su pelo era castaño, corto y en puntas.
- ¡Si no pongo todo mi poder no lograre traspasarla! - dijo Egrin, pero en su interior pensaba “no lo lograre, tendré que hacerlo…” y comenzó a brillar una luz blanca alrededor de él
- Egrin ¿Qué estás haciendo? - dijo Ilión dándose cuenta de lo que pasaba - ¡No lo hagas, tu alma también quedara sellada tras la puerta!
                Pero ya era demasiado tarde, Egrin pronuncio su última palabra – cuídala… - su armadura blanca desapareció y su cuerpo resplandeció hasta convertirse en un solo rayo de luz blanca que cubrió todo el pasillo, mientras avanzaba hizo desaparecer a todos los demonios a su paso y al chocar contra el campo de fuerza lo disipo empujando a Draak tras la puerta y luego golpeándola haciendo que se cierren de golpe, se escucho un alarido del otro lado justo antes de que se formara un sello en la puerta, un instante después las catacumbas comenzaron a derrumbarse. Ilión quedo conmocionado, pero luego de un breve momento hablo
- Todos afuera, este lugar se desmorona - y pronunciando un conjuro creó un sello en el suelo que transporto a todo el mundo fuera de las catacumbas, observando en silencio como caían sobre sí mismas enterrando las puertas, habían triunfado pero nadie se alegraba, Egrin, su Rey, había muerto, se había sacrificado a si mismo sellándose tras la puerta, era un día de tristeza. Ilión miro a las montañas y pensó en lo que debía hacer ahora, su trabajo aun no terminaba, quedaba todavía una desagradable misión por cumplir.

17 años después…
                En un prado, en el campo, se libraba una batalla
- Nunca bajes la espada Ginn - dijo un viejo a una joven mientras saltaba y la atacaba desde arriba hábilmente girando, aunque manteniendo su espada aun en su funda azul marino, la joven dio un rápido paso hacia atrás y esquivando el ataque con gracia mientras también giraba en paralelo terminaron cruzando sus espadas quedando ambas apoyadas en el cuello del rival – bien, bien, terminemos por hoy, recuerda que debes dormir temprano, mañana viajaras a la capital para comenzar la academia, mi pequeña nieta
- Sí, lo sé abuelo - dijo Ginn con una sonrisa sincera en la cara, denotando el cariño que sentía por su abuelo – pero… ¿No crees que me costara? ya que nunca he podido manipular ningún elemento… - Ginn es una joven de 17 años, pelo castaño largo hasta la cintura, ojos café oscuro y mirada amable, lleva puesta una cota de malla sobre una camisa y pantalones entallados para mejor movilidad
- Sí, sí, ya me di cuenta de eso - diciendo esto como si fuera algo trivial y luego con una sonrisa picara en los labios como a punto de mostrarle un dulce escondido a un niño – por eso quiero que lleves esto - le mostro su espada enfundada – mi espada te protegerá
- ¡Muchas gracias abuelo! - grito de felicidad la joven mientras se acerco a abrazar al anciano sonriendo
- Recuerda que solo debes ocuparla cuando sea realmente necesario - dijo luego de separarse de ella y mirándola ahora con seriedad – ha sido mi compañera durante décadas y durante ese tiempo se ha acostumbrado a mi energía y la ha consumido de a poco, su poder no es el de una espada ordinaria, sé que no la trataras como un juguete, pero de todas maneras se responsable
- Sip, lo recordare- sonriendo aun y recibiendo la espada. Dos días después Ginn ya estaba instalada en su nueva casa, en la ciudad de Erehwon, capital del reino del mismo nombre, una casita modesta, con una habitación para ella y una para invitados, una cocina pequeña, un living comedor y un baño, “pequeña pero acogedora” fue la primera impresión que tuvo Ginn con una sonrisa en la cara cuando se mudó, al día siguiente despertó temprano, era su primer día y no quería llegar tarde a clases, desayuno rápidamente, se alisto y salió, se sentía observada pero no le dio importancia y se fue – Real Academia de Caballeros, la mayor institución de defensa nacional y del ciudadano, seguro que si me hago caballero podre viajar mucho durante mis misiones- se decía a sí misma, cuando vio frente suyo la entrada de la Academia, y en ella un alumno que vestía el uniforme, pero el color del emblema de la academia denotaba que era de un curso superior
- Puedes pasar - le dijo – nosotros los de ultimo año nos encargamos de verificar si pasan o no la primera prueba, la puntualidad, si no son capaces de llegar a tiempo no son dignos de entrenarse en esta academia
- Que estrictos - dijo Ginn sin reparos
- … ok, entra si no quieres quedarte afuera y perder el año, apresúrate que aun tengo que ir a buscar a dos más
- ¿Eras tú el que me estaba siguiendo? - pregunto, pero el alumno de ultimo año ya había desaparecido. Ginn entro a la academia y lo primero que vio fue un cartel en la puerta que decía:

“Los alumnos de primer año
Presentarse en la sala A-1
El Director”