Parte I
…Quería que al sonreír fuera gracias a mí, y
ser parte de la luz en su rostro ¿Era eso realmente un pecado tan grave?...
- Realmente eres extraña –dijo Matilda mientras caminaba con Ginn
hacia su sala- rara vez alguien habla tanto conmigo
- Jeje tengo curiosidad, eso es todo –sonriendo
- No es que me moleste, pero estoy acostumbrada a que me ignoren así
que me acostumbre a ignorar a los demás, si soy un bicho raro para ti es tu
problema, no el mío
- Mm no me refería a eso, no tengo curiosidad en que hables poco, sino
en que tienes una manera muy particular de ser amable –poniéndose frente a ella
mientras comenzaba a caminar de espaldas y con sus manos tomadas por detrás de
su cintura, terminó su oración dedicándole otra sonrisa, a lo que Matilda
respondió deteniéndose enseguida
- ¿Me estas tomando el pelo?, no puedes decirle amable a alguien que
manda a volar a un compañero de academia en su primer día –ofuscándose al creer
que se burlaban de ella
- ¿Pero lo hiciste por protegerme no?, no creo que las acciones de la
gente las definan realmente, sino el motivo por el que las hacen, por eso creo
que eres amable y me agradas
- No logro entender como piensas –volviendo a avanzar, ahora con la
cabeza inclinada hacia el piso y los ojos cerrados por un momento para luego
abrirlos con algo de nostalgia- aunque supongo que alguien que creció sin
amigos no es la persona indicada para entender a la gente
- Vaya… disculpa recordarte eso –dijo apenada- mí me pareces muy
simpática
- Los niños de mi vecindario no pensaban lo mismo, generalmente me
molestaban y yo no me defendía, ni siquiera les respondía, supongo que un día
decidí convertirme en la mejor maga de viento y así demostrar que era mejor que
ellos
- Lo mío fue diferente, crecí en una granja lejos de la ciudad y no
vivía ningún niño cerca con quien jugar, además mi abuelo me entrenaba todo el
tiempo así que como nunca conocí a mis padres no tenía a nadie con quien hablar
por lo que jugaba en el bosque cuando él no estaba y me entretenía hablándole a
los árboles y animales –en eso se dio vuelta para volver a caminar de frente
cuando vio un cartel en la puerta de su sala- he… Matilda…
- ¿Si?
- Mira –indicando al cartel que decía:
“Los alumnos de la Sala A-1 dirigirse
A la sala de
entrenamiento 5”
La nota ni siquiera
estaba firmada, al llegar a dicha sala ya estaban todos los alumnos agrupados
afuera hablando, cuando Ginn y Matilda se acercaron a la puerta doble esta se
abrió de golpe y una flecha pasó rozando la cabeza de un alumno el cual se
sobresaltó y se escucho una voz gritando desde dentro
- ¡Esta será su primera prueba! –les gritó la Profesora Erika que se
encontraba en el centro del área de combate, la sala era de alrededor de una
hectárea de extensión y estaba repleta de bloques de lego gigantes puestos al
azar por lo que una vez dentro había suficiente espacio para que cada alumno
fuera por su propio camino sin necesidad de verse unos con otros, el único
sitio diferente era el área de combate en el centro de la sala, donde se
encontraba ya que era un cuadrado de 10x10 metros completamente despejado de
obstáculos y tenía una torre para el árbitro a un costado suficientemente alta
como para ver por sobre los bloques de lego, ahí se encontraba la profesora
Erika junto a un alumno- ¡Deben llegar hasta donde yo estoy, pero cuidado, hay
varios alumnos de segundo año ocultos en la sala que los detendrán! –y
sonriendo- ¡Todos los desafíos que les he impuesto son superables para alumnos
de primer año, así que si no son capaces de pasar esta prueba no cumplen mis expectativas
y los estándares de calidad de esta academia, por lo que serán expulsados!
- Eso… no creo que sea correcto –dijo Ginn
- Las cosas son como son –argumento Matilda- de cierta forma es
entendible siendo la Academia Real, aunque no nos guste
- Eso no lo hace correcto y no me acaba de gustar, pero tienes razón,
ya estamos aquí así que divirtámonos pasando esta prueba juntas ¿sí? –sonriendo
una vez más
- Como quieras, con tus habilidades no serás un retraso, ahora
prepárate –y ambas se colocaron en posición de combate
- ¡Comiencen! – Grito Erika y una lluvia de flechas y poderes
elementales atravesaron la puerta golpeando a los que no fueron capaces de
esquivarlos, sin embargo los ataques realizados dentro de la sala estaban
sellados para causar un mínimo de daño físico posible, en cambio frenaban el
flujo energético del cuerpo causando que el impactado se desmallase, los que
esquivaron los ataques entraron a la sala dispersándose enseguida, Ginn y
Matilda quedaron separadas varios metros pero alcanzaban a verse entre sí,
entonces, cuando Ginn iba a ir donde Matilda un espadachín de segundo año la
ataco cortándole el paso obligándola a bloquear su estocada con la suya propia
aun enfundada, Matilda quiso ayudarla pero una esfera de fuego paso frente a ella
y se detuvo mirando hacia un costado
- Preocúpese por sí misma primero, señorita –le dijo un mago de
segundo año poniéndose en posición de combate- tenemos nuestros poderes
reducidos al nivel que se espera de ustedes así que este es un combate bastante
justo, aunque aburrido también
- ¿Eso se verá una vez luchemos no crees? –lanzándole una ráfaga de
viento mientras corría hacia él
- Jejeje interesante y atrevida –esquivando la ráfaga y lanzándole por
su parte un torrente de fuego obligándola a cubrirse concentrando viento en su
báculo y haciendo pasar el fuego por su costado “je, ahora atacara por el otro
lado” pensó el mago y preparo su siguiente ataque esperándola para anticiparla,
por su parte, el espadachín de segundo hiso retroceder a Ginn y acumulando aire
en su espada volvió a atacarla ahora mandándola a volar un par de metros con un
impulso de viento al cubrirse esta, cuando Ginn llego al suelo comenzó a correr
hacia el espadachín y levanto su espada para hacer un corte alto por lo cual él
se preparo, sin embargo, al estar justo al frente Ginn soltó su espada y siguió
pasando por su lado muy rápidamente y con mucha agilidad, este apenas la vio
pasar y mientras él se cubría de la espada que seguía la trayectoria Ginn lo
golpeo con el dorso de su mano en el cuello dejándolo inconsciente y luego
tomado su espada antes de que caiga al suelo “de esperarse de una alumna de
Ilión” pensó Erika, mientras tanto Matilda, al contrario de lo que esperaba su
oponente, atravesó el torrente de fuego recibiendo algo de daño y desde ese
lado uso su báculo como abanico mandando a volar al mago que había quedado en
mala posición, el mago alcanzo a lanzarle dos esferas de fuego a Matilda antes
de chocar contra el techo y desmallarse, Matilda hábilmente desvió con algo de viento
la primera pero la segunda siguió golpeando el suelo detrás de ella e
inesperadamente al chocar se dividió en decenas de pequeñas esferas de fuego
que salieron en todas direcciones, la maga no alcanzo a reaccionar para darse
la vuelta y cuando 3 de estas esferas iban a golpearla Ginn apareció detrás de
ella bloqueándolas rápidamente con su espada, las esferas se consumieron al
instante contra la funda de esta
- Gracias
- De nada, pero deberíamos seguir antes de que lleguen más oponentes
–cayendo el mago de fuego frente a Ginn
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