martes, 13 de noviembre de 2012

El suicidio de Dios

Las venas de Dios sangran
gracias al infinito pecado,
espesamente hasta la tierra llegan las gotas
en una lluvia de dolor y muerte.

Aliméntate, mortal
que tu creador sea tu comida,
quema como el fuego y consúmelo completo,
luego simplemente,
termina por consumir tu propio ser

Abre un gran agujero en el divino estómago,
simples gotas no son suficientes,
sus órganos debes poseer,
sé el Dios nuevo,
acaba con el antiguo,
que su agonía sea rápida.

Baila en el mar de sangre,
junto a los peces carnívoros;
observa a los jinetes bajar con sus espadas en la mano,
dispara.

La inteligencia supera la fe
y el deseo corrompe el alma
grita, asesina y corre,
ahora está todo permitido
la noche se vuelve eterna
incluso con el sol sobre nuestras cabezas.

Brilla, observa al supremo llorar
directamente a sus ojos de súplica
y ríe, ríe con su dolor,
ríe cuando seas superior al dolor.

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