lunes, 19 de noviembre de 2012

Trote

La madrugada despertó con el rayo de sol que bajaba por su ventana, se escabullía éste por entre las cortinas y llegaba hasta su cama, el despertador sonó como de costumbre a las 6 a.m., abrió rápidamente los ojos, era una buena mañana para él; de un salto salió de la cama y procedió a vestirse con un buzo deportivo que decidió cambiar por un pantalón corto .-hay que ofrecer la mercadería.- pensaba entre risas, una polera blanca que ayuda a no sudar como un cerdo, especial para el trote. Listo el ritual de la vestimenta caminó hasta el umbral de su hogar, sin preocuparse del aseo -a la vuelta.- se dijo y luego de acercarse a su repisa para alcanza su reproductor musical y ponerlo en una funda especial de brazos para estos aparatos se alejó de  su casa a trote firme.

Richard era un joven normal, de unos 27 años, psicólogo de profesión y de vocación, desde su juventud descubrió una fascinación por la mente humana. Solía tener largas conversaciones  con sus amigos, les aconsejaba acerca de la forma en que debían enfrentar sus problemas y así de a poco fue encontrando patrones que siempre se repetían en las problemáticas, lo que fue generando una especie de estudio que derivó en sus propias técnicas de terapia. Así avanzó durante su adolescencia, abstrayéndose de las relaciones para estudiar los comportamientos humanos, hasta que cuando se sintió satisfecho con su trabajo utilizó sus conocimientos para recuperar todo el "tiempo perdido" de adolescente y ligar con cuanta mujer le pareciese atractiva, teniendo un alto índice de victorias.

Su trabajo era estable y le ayudaba a costear todos sus gastos, trabajaba investigando acerca de psicología de masas para el gobierno, su función era prever acerca de cualquier revuelta social que se pudiese generar por las corruptas acciones gubernamentales, así  él emitía un informe sobre la mejor manera de apaciguar a la gente o de cómo se debía enfrentar una inminente crisis y los políticos podían seguir realizando sus mafias tranquilos.

En su vida actual y personal no sentía la necesidad de formar una familia ni de tener una pareja. Gustaba de las fiestas y las mujeres, se podría decir que era un bohemio echo y derecho; pacifista por naturaleza, siempre mediático trataba de resolver los problemas en base a la palabra, a tal punto que varias veces era acusado de cobarde, pero él tranquilo sólo respondía con una sonrisa y argumentos. Acostumbraba siempre el mismo bar, el "nose", un antro para gente como él; pseudo literarios, gente que gusta de arreglar el mundo más con palabras que acciones y que realmente su única motivación es ligar con alguien del sexo opuesto o del mismo sexo a veces. Pedía siempre para comenzar la noche un vaso simple de vodka con jugo de naranja y dos hielos, se paseaba por el lugar tarareando la música electropop que sonaba mientras miraba a su alrededor buscando la presa de la noche, era todo un cazador experimentado, el mismo discurso, las mismas señas, siempre era el mismo ritual, que funcionaba perfectamente y le ayudaban a tener una noche de placer sin compromisos.

Corría acercándose al parque para tomar el camino que siempre hacía, los rayos de sol hacían parecer más clara su castaña cabellera, algo que para él era todo un plus en su misión de conquistas expres, dónde lo único importante es la primera imagen que uno da. Tomó el camino por el lado de la ciclo vía, escuchaba la música y disfrutaba de las corredoras que a esa hora tonificaban su cuerpo, más de una poco disimulada mirada dirigió y una que otra le fue devuelta con una sonrisa, el recorrido iba bastante normal, aunque en un momento de a poco fue cambiando el objeto de sus miradas y comenzó a observar más detenidamente la naturaleza que encontraba en el parque, los bellos árboles, se veían, aún mejor con el reflejo de los rayos solares sobre sus hojas. Se sentía cautivado por este panorama, que siempre había estado ahí y que nunca se había preocupado de observar, miraba la laguna que bordeaba el parque, el agua cristalina reflejaba energía y pureza, sonría, no falsa y estúpidamente para hacer una conquista, sino con una alegría real por ver ese maravilloso espectáculo. Apagó la música para oír el canto de las aves y para su suerte no fue desilusionado, pues a esa hora sonaba un hermoso coro de distintos pájaros que recibían la mañana con la misma alegría que él.

Pero al continuar su viaje, su paz interna fue interrumpida por una discusión de pareja que se encontraba cerca del lugar por el que él avanzaba. No les prestó mayor atención y sólo se limitó a sentir compasión por ellos, al no poder observar el mismo espectáculo que él, estando los tres en el mismo lugar, siguió su marcha, pero nuevamente fue interrumpido al oír un grito de la mujer que acababa de dejar atrás; se volvió y observó que ella se encontraba en el suelo y el hombre estaba con la mano alzada en son de golpearla. En ese momento varios pensamientos pasaron por su mente, en principio se acercaría y solucionaría el problema como siempre, hablando y llegando a un consenso, pero luego se dio cuenta que esta mañana era diferente, en esta mañana las cosas y visiones no eran iguales, no podía permitir que semejante acto quede impune, en esta mañana la vida le había dicho que debía cambiar us actitudes; así que finalmente se acercó con paso ágil y en su camino tomó un palo de madera que se encontraba botado. Encaro de un grito al agresor, el cual no se mostró muy contento con esta interrupción, ambos intercambiaron un par de insultos, pero finalmente la rabia se apoderó del joven que arremetió en contra del hombre, los golpes fueron certeros, rompió el cráneo de su contendor esparciendo la sangre por toda su polera, sin estar satisfecho con esto, continuó con el ataque cuando el inconsciente estaba en el suelo, elevaba el palo y lo hacía caer pesadamente sobre la masa cabeza de hombre, a tal punto de que ya la había deformado; de fondo se escuchaban los gritos de la mujer que intentaba desesperadamente detener la brutal escena, acto que sólo enfureció mas al joven que ya de a poco iba perdiendo la cordura y la noción de la realidad, a tal punto que su objetivo inicial ya lo había olvidado cuando comenzó a atacar a la mujer que en un principio estaba defendiendo, los gritos fueron el causante de esto, hicieron que perdiera toda la paciencia y desencadenaron un ataque sin sentido, cayeron golpes primero en sus costillas, fracturando varias de ellas, luego y como la mujer sólo gritaba más, los golpes se dirigieron a su boca, dejándola inconsciente rápidamente, sin embargo esto no lograba calmar la furia del joven que en su rostro tenía dibujada una amplia sonrisa, continuó su golpiza a los cuerpos inmóviles hasta que finalmente se cansó soltando una largo suspiro. Dejó caer el palo ensangrentado y observó su obra, el rojo de la sangre brillaba junto con el verde del pasto, miró el panorama completo, los cuerpos con el cráneo deformado, la mezcla de colores y el fondo  de árboles y la laguna; se sonrió, había descubierto una nueva pasión

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