Los vagones del tren se movían rápidamente y sin detenerse frente al hermoso paisaje que recorría inmutable en la fría mañana de otoño, su trayecto ya llevaba dos semanas desde su partida.-Has hecho de estas semanas, las únicas que podría llamar vida.-
-Eres una dulzura Edmond mío.- la mujer besó tiernamente el pecho blanco y desnudo del hombre.
-La única dulzura aquí eres tú mi bella, te has transformado en mi razón más grande para mantenerme con vida y seguir respirando, pero el destino cruel y amargo sólo me hace sentir más pesar por el futuro que se acerca.-
-¿A que te refieres querido?.-
-Sabes muy bien que en unas pocas semanas todo este hermoso sueño se acabará y tendré que bajar del tren para cumplir con lo que tengo que hacer, luego de eso no nos veremos nunca más y mi existencia volverá al negro vacío en el que estaba antes, pero ahora sumado a la desesperación de haberte perdido.-
-Mi queridísimo Edmond eres muy fatalista, no sabemos que sucederá más adelante, no te preocupes por el destino ni mucho menos por el futuro, mejor piensa en nuestro presente.- la mujer se levantó del camarote y su silueta fina y delicada quedó a la vista, el joven y bello cuerpo de la mujer maravilló los ojos de Edmond como la primera vez que lo vio.- Me gusta tu rostro cuando me miras, no tienes en los ojos la depravación y el instinto animal de los hombres normales, tus ojos me miran con verdadera ternura y admiración, por eso me gustas querido, ahora vamos a desayunar.- la mujer se vistió rápidamente y salió del cuarto.
-¿Qué pasa maestro que me llama usted?.- el rostro de Edmond cambió a una grave seriedad
-E visto que te has estad divirtiendo pequeño monstruo mío, ahora dime que vas a hacer con la dama, ¿acaso te la vas a comer?.- dijo la voz en un tono de notoria burla.
-No diga esas cosas maestro, sabe que no soy ningún caníbal.-
-Tu eres lo que yo te ordene ser,¿entendiste pequeño monstruo de medio cerebro!?.-
-si maestro... pero dígame, ¿Cual es su deseo?.-
-Nada imbécil, simplemente te voy a dar la información que me faltaba, el maldito este vive bajo el nombre de Vladimir Pávlov Blavatsky y ejerce como jefe de la morgue en Resita, así que ya no tienes para que estar averiguando nada, simplemente ve a verlo en cuanto llegues.-
-Sí maestro, como usted ordene.- El hombre se levantó de la cama y comenzó vestirse con un fino traje.
-Otra cosa idiota, tus energía se siente demasiado baja, si no quieres volver a ser un asqueroso cadáver mejor has algo.-
El hombre bajó la mirada y salió en dirección contraria al comedor, su cabeza iba baja y sus ojos tristes -ya casi había olvidado que este maldito cuerpo no necesita energías vivas, porque gran creador el amor no es suficiente energía para mantenerme en esta forma y así podría alejarme de tan malditas acciones que debo concretar.- pensaba mientras pasaba a vagones de categorías más bajas hasta llegar a la última, mientras avanzaba se le cruzó un joven y pequeño niño de no más de cinco años que lo miraba curiosamente -¿y tú pequeño que haces?.- pero el niño no entregó ninguna respuesta y sólo continuó mirándolo. -¿Quieres que te muestre algo entretenido?.- nuevamente el niño no respondió con palabras pero sí asintió con la cabeza. -Entonces ven conmigo.- se encaminaron juntos hasta el final del vagón y en el lugar para pasar al siguiente el hombre tomó en sus brazos al niño. -realmente lo siento, pero piensa en que con tu muerte, podrás hacer que no tenga que matar a nadie más en mucho tiempo.- le sonrió y el niño a él y en un rápido movimiento tomó el cuello del niño. -Realmente tienes mucha vitalidad niño, puedo sentir como tu vida pasa a través de tu cuello.- rápidamente el niño dejó de respirar y el hombre arrojó el cuerpo bajo las lineas del tren. Retornó tranquilamente a primera clase y al comedor del tren dónde se encontraba su mujer sentada tomando una taza de té solitaria en una mesa llena de delicias dulces y saladas, -Realmente te tomaste tu tiempo.- dijo la mujer sin mayor preocupación.
-Lo siento mucho querida, me quedé meditando un momento, pensaba en lo maravilloso que es estar contigo.- La mujer se sonrojó y le alcanzó una tasa de té.
lunes, 27 de febrero de 2012
sábado, 25 de febrero de 2012
capitulo 18°: A las puertas de la vida
-hogar dulce hogar.-
-este lugar me da escalofríos aún .-
-Tranquila, hoy todo eso será sólo una pesadilla.-
-Te puedo asegurar que es ya una pesadilla, de varias noches... que habían desaparecido, pero volvieron.-
-mmm... hoy ya veremos que pasa con la vuelta de Angel, creo que muchas cosas cambiaran.-
-Eso es si todo sale bien.- interrumpió Brenna quien ingresó recién a la casa.-
-¿A qué te refieres?.- pregunto Marie.
-A que si no resulta bien, el muerto, muerto queda.-
-rayos...- un largo silencio recorrió el lugar, mientras las mujeres se instalaron en el living de la casa.
Marie desapareció por un instante y volvió con unas tazas y comida -Bueno, si esto no es seguro, lo mejor es que estemos bien alimentadas, para que todo salga a la perfección.-
-Tal vez el espíritu si ha revivido otras veces.-
-¿Por qué dices eso?.-
-Porque este conjuro debe ser realizado por un vivo y el muerto.-
-esto... sólo me llena de dudas acerca de Angel... como conoce tantas cosas, quien es el hombre al que vamos a revivir, no recuerda para nada a mi amigo.-
-Entonces con mayor razón hay que traerlo devuelta, para que explique todas esas cosas.-
-Tengo un mal presentimiento, pero es algo confuso.-
-Es ya muy tarde para dar un paso atrás, descansen, en una hora partimos.-
El viaje hacia el pueblo fue tan silencioso como todos, el camino estaba despejado como de costumbre a esa hora y no habían testigos en el cementerio, ni el cuidador se había asomado en el lapso en que las mujeres llegaron. Bajaron tres palas y caminaron hasta la tumba del hombre; Marie clavó la pala en el suelo son decir una palabra y sacó la primera palada de tierra .-Si nos poníamos a hablar de esto, podíamos nunca comenzar.- Las otras mujeres también comenzaron a sacar tierra.- Brenna tu quédate sentada, prepara lo que tengas que hacer, no quiero que por sacar el cuerpo te quedes sin energías para hacer el conjuro.-
-Está bien.- Respondió la mujer, sentándose en otra tumba cercana. Cerró los ojos y comenzó a hablar sola
Marie sacaba rápidamente la tierra y en pocos minutos el ataúd quedó a la vista, la misma mujer, haciendo uso de la pala sacó la tapa dejando el cuerpo podrido a la vista.- Huele aún peor de lo que imaginé.-
-si.. bueno...- balbuceó Tamara mientras corría con arcadas tratando de no vomitar .-esperemos que aún funcione.-
-Funcionará.- dijo Brenna con voz grave y con el cuerpo lleno de tatuajes brillantes.- ya está listo.-
-este lugar me da escalofríos aún .-
-Tranquila, hoy todo eso será sólo una pesadilla.-
-Te puedo asegurar que es ya una pesadilla, de varias noches... que habían desaparecido, pero volvieron.-
-mmm... hoy ya veremos que pasa con la vuelta de Angel, creo que muchas cosas cambiaran.-
-Eso es si todo sale bien.- interrumpió Brenna quien ingresó recién a la casa.-
-¿A qué te refieres?.- pregunto Marie.
-A que si no resulta bien, el muerto, muerto queda.-
-rayos...- un largo silencio recorrió el lugar, mientras las mujeres se instalaron en el living de la casa.
Marie desapareció por un instante y volvió con unas tazas y comida -Bueno, si esto no es seguro, lo mejor es que estemos bien alimentadas, para que todo salga a la perfección.-
-Tal vez el espíritu si ha revivido otras veces.-
-¿Por qué dices eso?.-
-Porque este conjuro debe ser realizado por un vivo y el muerto.-
-esto... sólo me llena de dudas acerca de Angel... como conoce tantas cosas, quien es el hombre al que vamos a revivir, no recuerda para nada a mi amigo.-
-Entonces con mayor razón hay que traerlo devuelta, para que explique todas esas cosas.-
-Tengo un mal presentimiento, pero es algo confuso.-
-Es ya muy tarde para dar un paso atrás, descansen, en una hora partimos.-
El viaje hacia el pueblo fue tan silencioso como todos, el camino estaba despejado como de costumbre a esa hora y no habían testigos en el cementerio, ni el cuidador se había asomado en el lapso en que las mujeres llegaron. Bajaron tres palas y caminaron hasta la tumba del hombre; Marie clavó la pala en el suelo son decir una palabra y sacó la primera palada de tierra .-Si nos poníamos a hablar de esto, podíamos nunca comenzar.- Las otras mujeres también comenzaron a sacar tierra.- Brenna tu quédate sentada, prepara lo que tengas que hacer, no quiero que por sacar el cuerpo te quedes sin energías para hacer el conjuro.-
-Está bien.- Respondió la mujer, sentándose en otra tumba cercana. Cerró los ojos y comenzó a hablar sola
Marie sacaba rápidamente la tierra y en pocos minutos el ataúd quedó a la vista, la misma mujer, haciendo uso de la pala sacó la tapa dejando el cuerpo podrido a la vista.- Huele aún peor de lo que imaginé.-
-si.. bueno...- balbuceó Tamara mientras corría con arcadas tratando de no vomitar .-esperemos que aún funcione.-
-Funcionará.- dijo Brenna con voz grave y con el cuerpo lleno de tatuajes brillantes.- ya está listo.-
jueves, 23 de febrero de 2012
El gran hacedor (Parte 2)
-Ven rápido por favor.- Una figura oscura bajó las escaleras, alto y delgado con una ligera pero notoria cojera en la pierna derecha. -Si, maestro.-
-Necesito que me hagas un encargo, esta vez el asunto es bastante complicado, pero creo que ya esta en las condiciones necesarias para cumplirlo.-
-Usted habla y yo obedezco.-
-lo sé, lo sé.- rió estrepitosamente el hombre del báculo, llegando al punto de atorarse con una grotesca tos que hizo que el otro ser le alcanzara una silla para que repose. -Gracias, gracias, bueno te voy a decir lo que debes hacer, así que escucha muy bien...-
La estación de trenes se encontraba llena y la gente abordó los vagones con la acostumbrada tranquilidad. Un hombre de rasgos y modales distinguidos sentado en primera categoría observa el movimiento de las personas, cuando una joven dama entra en el mismo bagón. - Buenas tardes señor, ¿le importa si me siento?.-
-La compañía de una bella dama sólo alegra el viaje de un solitario caballero.-
-Es usted muy amable.-
-Bueno, póngase cómoda.- dijo el hombre mientras se paraba y besaba la mano de la mujer. -Yo soy Edmond Keiser.- luego de presentarse volvió a sentarse en el mismo lugar dónde estaba
-Un gusto en conocerle, me puede llamar Marie.-
-¿y es acaso Marie, que usted no tiene un apellido?, ¿o es que no soy digno de saberlo?.-
-Nada de eso, es solo que no posee ninguna relevancia.- dijo la mujer mientras se acomodaba, a lo que Edmond respondió ayudándole con el equipaje.
Ambos se sentaron y el hombre retomo su lectura concentrada sin prestar mayor atención a la mujer desde ese entonces.
-Digame señor, que lee usted con tanto afán?, si es que puedo desconcentrarlo un momento.-
-Frankenstein, señorita.- respondio regalando una sincera sonriza.
-¿es usted un amante de las novelas de terror?.-
-No precisamente, pero esta novela me encanta, pues me hace sentir muy identificado.-
-Ya veo, ¿es usted también un científico como el doctor frankenstein?.-
-Oh no, quien me identifica es el monstruo.- dijo el hombre en tono grave.
-No me puedo creer que un hombre tan apuesto y de modales tan refinados se identifique con un monstruo horripilante y malvado.- al terminar de hablar, la mujer se sonrojó debido a sus palabras.- Oh, disculpe, creo haber hablado de más.
-Para nada.- Respondió con calma el hombre.- Recibir un cumplido de una dama como usted es realmente un honor, pero mi señorita, claro que un hombre se puede identificar con el desafortunado monstruo y como no, si comparto con él el mismo destino de soledad eterna y todos mis actos esperan a una compañera que comparta mi situación y poder por fin estar en paz y controlar mi turbación mental.-
-¿Como puede ser eso posible?¿Acaso no hay alguna mujer esperando por su regreso en algún lugar?.-
-Me temo que no, ni siquiera hay algún amigo que consuele mis lamentos acompañándome una copa.-
-Que tristeza escuchar tales palabras, pero aún no encuentro una explicación, a menos que usted sea un vil maleante no veo porque su destino es tan solitario.-
-Así ha sido siempre, desde que tengo memoria, por eso me siento tanreflejado en el monstruo.-
-Que triste destino, pero recuerde que no se sabe que es lo que nos depara el destino.-
-Muchas gracias señorita Marie, pero cambiemos de tema mejor, digame ¿hacia dónde se dirige?.-
-voy hacia Rumanía, hay una investigación que estoy realizando y le ruego que me entienda en que no puedo revelar de que trata esta.-
-Claro que entiendo y me alegra que usted valla a tan lejanas tierras, pues yo también me dirijo hacia allá.-
-Necesito que me hagas un encargo, esta vez el asunto es bastante complicado, pero creo que ya esta en las condiciones necesarias para cumplirlo.-
-Usted habla y yo obedezco.-
-lo sé, lo sé.- rió estrepitosamente el hombre del báculo, llegando al punto de atorarse con una grotesca tos que hizo que el otro ser le alcanzara una silla para que repose. -Gracias, gracias, bueno te voy a decir lo que debes hacer, así que escucha muy bien...-
La estación de trenes se encontraba llena y la gente abordó los vagones con la acostumbrada tranquilidad. Un hombre de rasgos y modales distinguidos sentado en primera categoría observa el movimiento de las personas, cuando una joven dama entra en el mismo bagón. - Buenas tardes señor, ¿le importa si me siento?.-
-La compañía de una bella dama sólo alegra el viaje de un solitario caballero.-
-Es usted muy amable.-
-Bueno, póngase cómoda.- dijo el hombre mientras se paraba y besaba la mano de la mujer. -Yo soy Edmond Keiser.- luego de presentarse volvió a sentarse en el mismo lugar dónde estaba
-Un gusto en conocerle, me puede llamar Marie.-
-¿y es acaso Marie, que usted no tiene un apellido?, ¿o es que no soy digno de saberlo?.-
-Nada de eso, es solo que no posee ninguna relevancia.- dijo la mujer mientras se acomodaba, a lo que Edmond respondió ayudándole con el equipaje.
Ambos se sentaron y el hombre retomo su lectura concentrada sin prestar mayor atención a la mujer desde ese entonces.
-Digame señor, que lee usted con tanto afán?, si es que puedo desconcentrarlo un momento.-
-Frankenstein, señorita.- respondio regalando una sincera sonriza.
-¿es usted un amante de las novelas de terror?.-
-No precisamente, pero esta novela me encanta, pues me hace sentir muy identificado.-
-Ya veo, ¿es usted también un científico como el doctor frankenstein?.-
-Oh no, quien me identifica es el monstruo.- dijo el hombre en tono grave.
-No me puedo creer que un hombre tan apuesto y de modales tan refinados se identifique con un monstruo horripilante y malvado.- al terminar de hablar, la mujer se sonrojó debido a sus palabras.- Oh, disculpe, creo haber hablado de más.
-Para nada.- Respondió con calma el hombre.- Recibir un cumplido de una dama como usted es realmente un honor, pero mi señorita, claro que un hombre se puede identificar con el desafortunado monstruo y como no, si comparto con él el mismo destino de soledad eterna y todos mis actos esperan a una compañera que comparta mi situación y poder por fin estar en paz y controlar mi turbación mental.-
-¿Como puede ser eso posible?¿Acaso no hay alguna mujer esperando por su regreso en algún lugar?.-
-Me temo que no, ni siquiera hay algún amigo que consuele mis lamentos acompañándome una copa.-
-Que tristeza escuchar tales palabras, pero aún no encuentro una explicación, a menos que usted sea un vil maleante no veo porque su destino es tan solitario.-
-Así ha sido siempre, desde que tengo memoria, por eso me siento tanreflejado en el monstruo.-
-Que triste destino, pero recuerde que no se sabe que es lo que nos depara el destino.-
-Muchas gracias señorita Marie, pero cambiemos de tema mejor, digame ¿hacia dónde se dirige?.-
-voy hacia Rumanía, hay una investigación que estoy realizando y le ruego que me entienda en que no puedo revelar de que trata esta.-
-Claro que entiendo y me alegra que usted valla a tan lejanas tierras, pues yo también me dirijo hacia allá.-
martes, 21 de febrero de 2012
El gran hacedor (parte I)
levantó su báculo y las nubes taparon el sol trayendo la noche en sólo segundos. Sonrió, sabía que su conjuro había funcionado y sólo era cuestión de esperar, el cuerpo estaba frente a él, inanimado, pero pronto comenzó a mover los brazos de manera espasmódica. Se acercó al cuerpo y lo miró con desden mientras este se sacudía cada vez más, luego de unos segundos comenzó a patearlo -levántate de una vez y déjate de hacer idioteces.- el cuerpo respondió quedando quieto durante unos segundos y luego abrió los ojos -yo..- dijo con dificultad y una voz profunda, tan sólo capaz de ser producida por una garganta destruida y comida por gusanos -al menos puedes hablar.- dijo el hombre del báculo -Eso es útil.-
-yo..- continuó diciendo el reanimado - estaba muerto... lo sé... que a pasado.-
-pasó que ahora ya no lo estás... al parecer no pude rescatar mucho de tu cerebro, ¿o eras idiota antes de morir?.-
-Estoy choqueado, acabo de volver del mundo de los espíritus, estaba en paz y ahora de nuevo me has traído a este lugar de desolación y sufrimiento.-
-Ya tendrás tiempo para agradecerme más tarde, ahora camina conmigo, debemos alejarnos antes de que alguien tenga la brillante idea de venir a ver que pasa.-
El hombre caminó en dirección al pequeño cerro que estaba detrás del cementerio, en dirección contraria venian dos seres de extraña forma; de piel gris y ojos amarillos, con puntiagudas oejas y dientes, transmitían con su mirada sufrimiento y desesperación, pero también mucha maldad -Ya saben que hacer, hey tú, no te quedes tirado ahí y ven de inmediato.- el hombre se levantó dificultosamente devido a la falta de varios musculos y caminó arrastrando su pierna derecha siguiendo al hombre del báculo, in prestar atención a los horrendos seres que pasaron a su lado -dime por qué tus palabras son tan importantes para mi, cuando hablas, es como recibir una orden divina.-
-Porque al revivirte, me transforme en tu maestro, así que estas predeterminado a seguir mis ordenes, además eres un idiota al que le falta parte de su cerebro porque los gusanos te lo comieron, así que eso puede tener mucho que ver.-
-Ya veo y por qué me has traído de vuelta.-
-Eso ya lo sabrás, pero aún no es el momento.-
-Quiero volver a morir.-
-Eso será difícil, eres prácticamente inmortal.-
-te odio.- susurro
-Lo se.- respondió en otro susurro el hombre.- pero así son las cosas-
Los dos hombres caminaron hasta que los monstruos que quedaron en el cementerio desaparecieron de su vista y en cambio en frente de ellos apareció una gran casa de madera, de tres pisos de alto, a simple vista se notaba que era una casa de una antigüedad considerable, pero de una hermosa arquitectura en forma de castillo, con tres torres mezcladas con una forma típica de techo que la hacía verse más extraña.
-Linda casa-
-Que bueno que te guste, porque ahora vivirás conmigo, vamos-
-yo..- continuó diciendo el reanimado - estaba muerto... lo sé... que a pasado.-
-pasó que ahora ya no lo estás... al parecer no pude rescatar mucho de tu cerebro, ¿o eras idiota antes de morir?.-
-Estoy choqueado, acabo de volver del mundo de los espíritus, estaba en paz y ahora de nuevo me has traído a este lugar de desolación y sufrimiento.-
-Ya tendrás tiempo para agradecerme más tarde, ahora camina conmigo, debemos alejarnos antes de que alguien tenga la brillante idea de venir a ver que pasa.-
El hombre caminó en dirección al pequeño cerro que estaba detrás del cementerio, en dirección contraria venian dos seres de extraña forma; de piel gris y ojos amarillos, con puntiagudas oejas y dientes, transmitían con su mirada sufrimiento y desesperación, pero también mucha maldad -Ya saben que hacer, hey tú, no te quedes tirado ahí y ven de inmediato.- el hombre se levantó dificultosamente devido a la falta de varios musculos y caminó arrastrando su pierna derecha siguiendo al hombre del báculo, in prestar atención a los horrendos seres que pasaron a su lado -dime por qué tus palabras son tan importantes para mi, cuando hablas, es como recibir una orden divina.-
-Porque al revivirte, me transforme en tu maestro, así que estas predeterminado a seguir mis ordenes, además eres un idiota al que le falta parte de su cerebro porque los gusanos te lo comieron, así que eso puede tener mucho que ver.-
-Ya veo y por qué me has traído de vuelta.-
-Eso ya lo sabrás, pero aún no es el momento.-
-Quiero volver a morir.-
-Eso será difícil, eres prácticamente inmortal.-
-te odio.- susurro
-Lo se.- respondió en otro susurro el hombre.- pero así son las cosas-
Los dos hombres caminaron hasta que los monstruos que quedaron en el cementerio desaparecieron de su vista y en cambio en frente de ellos apareció una gran casa de madera, de tres pisos de alto, a simple vista se notaba que era una casa de una antigüedad considerable, pero de una hermosa arquitectura en forma de castillo, con tres torres mezcladas con una forma típica de techo que la hacía verse más extraña.
-Linda casa-
-Que bueno que te guste, porque ahora vivirás conmigo, vamos-
sábado, 11 de febrero de 2012
Luna Roja
Maldita seas, luna roja
sangrienta como ninguna,
hermosa e inigualable
vienes y te vas,
juegas como un gato lo hace con un ratón
te diviertes y escapas
lejana, inalcansable para mi,
pero a sólo un paso para ti,
me incitas cuando quieres
y luego me devuelves como un ser humano,
un simple mortal, por un instante deidificado
y me dejas agonizando en la arena
a la orilla del mar, a la orilla de toda cordura
mientras brillas en lo alto,
sangras pero no por mi
sangras y te vas
me haces curarte y desapareces,
tu locura es tu belleza,
es mi maldición y perdición
no tengo elección, no tengo opción
vienes y vas cuando quieres,
aunque yo no quiera, aunque te quiera,
aunque te odie.
Maldita la noche en que te vi por primera vez,
maldita la vez que creí que eras un milagro para mi
malditas la veces que esperé tu retorno,
malditas sean las veces que volviste para alimentarte de mí,
volver a nacer por mi sangre, por mi odio, por mis sentimientos
desapareces y no se a que lugar vas,
vives mientras yo espero en la misma orilla tu regreso,
sentado en la arena fría, sin tocar el mar
viendo la luna igua que siempre, esperando verla sangrar
esperando a que vuelva a ser mi luna traicionera,
mi luna destructiva, la que me recuerda que estoy vivo,
la que me hace perder la razón.
apareces solitaria, tranquila, triste y majestuosa,
te encumbras a lo alto del cielo, y las estrellas mismas desaparecen ante tu belleza
así de grande, como una reina me observas, esperas a que sea tu bufón
esperas a que sea quien te haga dejar de sangrar para luego irte de nuevo,
para volver a sangrar con otro sol
sangrienta como ninguna,
hermosa e inigualable
vienes y te vas,
juegas como un gato lo hace con un ratón
te diviertes y escapas
lejana, inalcansable para mi,
pero a sólo un paso para ti,
me incitas cuando quieres
y luego me devuelves como un ser humano,
un simple mortal, por un instante deidificado
y me dejas agonizando en la arena
a la orilla del mar, a la orilla de toda cordura
mientras brillas en lo alto,
sangras pero no por mi
sangras y te vas
me haces curarte y desapareces,
tu locura es tu belleza,
es mi maldición y perdición
no tengo elección, no tengo opción
vienes y vas cuando quieres,
aunque yo no quiera, aunque te quiera,
aunque te odie.
Maldita la noche en que te vi por primera vez,
maldita la vez que creí que eras un milagro para mi
malditas la veces que esperé tu retorno,
malditas sean las veces que volviste para alimentarte de mí,
volver a nacer por mi sangre, por mi odio, por mis sentimientos
desapareces y no se a que lugar vas,
vives mientras yo espero en la misma orilla tu regreso,
sentado en la arena fría, sin tocar el mar
viendo la luna igua que siempre, esperando verla sangrar
esperando a que vuelva a ser mi luna traicionera,
mi luna destructiva, la que me recuerda que estoy vivo,
la que me hace perder la razón.
apareces solitaria, tranquila, triste y majestuosa,
te encumbras a lo alto del cielo, y las estrellas mismas desaparecen ante tu belleza
así de grande, como una reina me observas, esperas a que sea tu bufón
esperas a que sea quien te haga dejar de sangrar para luego irte de nuevo,
para volver a sangrar con otro sol
Capítulo III: Conociendo Gente (Parte 1)
…Es realmente un sentimiento horrible saber que porque tú existes la persona que más te importa no puede ser feliz…
Parte I
Varios días después de la “Prueba de aceptación” o “Segunda prueba” como llamaron los alumnos a la prueba impuesta por la Profesora Erika (debido a que previamente en la selección de alumnos estos ya habían tenido una Prueba de ingreso) las clases seguían un curso normal, con clases teóricas en la mañana y entrenamientos prácticos en la tarde, tras muchos cambios de asiento Matilda y Ginn decidieron sentarse juntas por lo que terminaron en la primera fila cerca de la ventana, mientras que Levi y Sato también juntos se sentaban dos puestos detrás de ellas, el puesto que quedaba entre ellos lo ocupaban Amy y Kirian, dos jóvenes amigas de la infancia, mientras Amy era de tés clara y rostro apacible, siempre con una expresión serena propia de una madre dedicada o de una monja, Kirian tenía la tés más morena y los rasgos más pronunciados, siendo así su expresión más ruda aunque reservada, otra gran diferencia entre ambas era el tamaño de su cabello, ya que mientras Amy lo tenía largo hasta la cintura, similar a Ginn, y de color negro muy oscuro, Kirian lo usaba corto y solo hasta la base del cuello siendo también castaño, como fuere ambas se sentaban detrás de Matilda y Ginn por lo que no paso mucho tiempo antes de que esta ultima decidiera romper el hielo y hablarles con su habitual simpatía
-Matilda, creo que este será nuestro asiento el resto del año –le dijo Ginn al oído- ¿te parecería adecuado saludar a nuestras compañeras de atrás?
-Haz lo que quieras –respondió cortante y fuerte-
-Jejeje, como imagine, hola chicas me presento yo soy Ginn y ella es Matilda, mucho gusto –dijo sonriendo luego de darse la vuelta en su asiento, Matilda no se volteo-
-Hola, yo soy Amy –respondió ella primero devolviéndole a Ginn la sonrisa amigablemente- y ella es mi amiga Kirian
-Mucho gusto –agrego Kirian aunque su cara no dejaba ver que estuviese realmente a gusto-
-Guau tu pelo es muy bonito Amy –dijo Ginn con cara de asombro-
-Como soy maga no necesito demasiada agilidad, por lo que puedo tener el pelo largo y suelto –argumentó ella tomándose una punta de mechón de pelo y acariciándola con la mano-
-Lo realmente extraño es como llevas tú el pelo –dijo Kirian- aunque se vea muy bonito también así como lo tienes, eres una espadachín, necesitas de tu agilidad y velocidad, si no lo llevas corto deberías llevarlo tomado o podría significar una desventaja o incluso una debilidad
- Jejeje eso lo dudo –intervino Levi que estaba detrás de Kirian- no conozco a nadie más ágil que ella, entiendo tu punto y lo comparto pero creo que de alguna forma en ella no se aplica
-¿Estas sugiriendo que es alguna clase de súper-dotada? –Contesto secamente Kirian al ser contradecida por Levi-
-Quizás –ahora con una mirada de cierta forma desafiante-
-¡Por supuesto que no! –interrumpió abruptamente Ginn algo avergonzada- no soy especial de ninguna forma, pero Levi tiene razón, de alguna manera me acomoda mejor así –notó que Kirian no se convenció con su argumento y que había una atmosfera tensa entre ella y Levi- de cualquier forma tendré en cuenta tu consejo en el futuro, muchas gracias –le termino de hablar dándole otra sonrisa-
-Si tú dices que te acomoda más así entonces probablemente sea de esa forma –interrumpió Amy notando también la atmosfera y luego mirando a Ginn y dedicándole una sonrisa confabulada- ya que nos estamos conociendo, ¿les parece si nos juntamos luego de la Academia y vamos a tomar un helado al parque?
-¡Me parece una excelente idea! –dijo Ginn dándole las gracias a Amy con otra sonrisa por alivianar el ambiente- que me dices Matilda, ¿te anotas? –la joven se dio vuelta y los observo a todos un momento para luego hacer una especie de media sonrisa-
-Suena interesante, por qué no –y se volvió a colocar de frente a la pizarra- ya es momento de que termine la charla, la profesora acaba de entrar –en efecto Erika había abierto la puerta deteniéndose un momento y luego entrando finalmente con una ligera sonrisa algo macabra-
-Alumnos –dijo fuerte y sin saludar- hoy en la tarde arán un reconocimiento al bosque a las afuera de la ciudad, formaran grupos de 8 personas y exploraran, observen la flora y fauna del lugar y recojan toda la información que puedan en sus cuadernos
-¿Qué? –Dijo un alumno algo distraído- ¿pero eso de que nos ayudará a ser más fuertes?
-La fuerza no es el único requisito para ser un caballero, también lo es la sabiduría –respondió cortante y fuerte, fijando su vista rápidamente en el alumno y cruzando sus brazos en una posición desafiante- para eso necesitan conocer la flora y fauna donde viven, familiarizarse con el ambiente, saber posicionarse, conocer las criaturas que habitan en cada sector, recuerden que rara vez se encontraran en una situación de combate, otra de las funciones de un caballero es servir de guía para la ciudadanía en general y poder ayudar en cualquier circunstancia, ya sea salvando a un mercader extraviado en el bosque o recomendándole el camino más seguro a un viajero, además muchas veces deberán entrar en combate en el bosque, si se acostumbran a reconocer las particularidades de este podrán usar el medio como si fuera otra arma más en la batalla, no hay nada mejor para esto que tener que sobrevivir en el bosque por su propia cuenta pero como son aun inexpertos debo enviarlos primero a hacer un “reconocimiento” –lo miró ahora con cara más calmada- ¿estás satisfecho con esa respuesta?
-Eeh… yo… -no sabía cómo contestar-
-Por cierto –le interrumpió rápidamente Erika y tomando su espada y desenfúndala lentamente hacia la puerta provocando una onda de choque que la hiso volar en pedazos junto con la mitad de la pared y destruyendo a la vez una bolsa de polvo que el alumno que hablo había puesto como trampa para cuando Erika saliera y luego volviendo la vista una vez más hacia el alumno ahora mirándolo nuevamente con ojos desafiantes y el ceño fruncido- estas expulsado –todos habían saltado de sus asientos hacia atrás del sobresalto al ves estallar la pared y luego voltearon a ver al alumno que aun mantenía una expresión de horror en su cara sin poder cerrar los ojos-
miércoles, 8 de febrero de 2012
capítulo 17°: El Viaje
El viaje fue en la tarde, esa mañana las tres mujeres tenían cosas que terminar. Un viaje en silencio y muy contemplativo, a pesar de ir las tres en el mismo vehículo cada mente se encontraba muy lejana de sus otras compañeras de viaje.
Tamara sentía un escalofrío recorriendo su cuerpo, estaba nerviosa pero su cuerpo estaba inmóvil mirando perdidamente el paisaje. Veía los lejanos arboles y montañas, pero no los observaba, su concentración estaba en volver a ver a su antiguo amigo, el que la molestó incluso luego de morir; pero ella no sentía que ese ser que la atormentó volvería, sino que pensaba y recordaba a aquel compañero de risas y lagrimas que la ayudaba y aconsejaba. Su mente divagaba en eso y se dio cuenta de algo que no había razonado hasta ese momento, desde que había muerto Angel, aparecía siempre en los peores momentos en que podía hacerlo, no tenía condescendencia con ella, eso era extraño en él, aunque tal vez el hecho de estar muerto cambiara las cosas, Tamara no lo creía así, esa no era una actitud propia de él y no se había dado cuenta hasta ese momento. Así continuó divagando mientras miraba pasar el tiempo y el espacio.
Por su parte Marie, iba conduciendo el automóvil con su destreza habitual pero también con la mente en otro lugar, sólo gracias a su poderoso instinto y sus elevados reflejos lograba mantener el control perfecto del vehículo. Esa mañana la mujer había visitado a quienes implementarían su laboratorio, todo estaba en orden y las cosas estaban saliendo como ella las deseaba, pero eso era para ella algo muy extraño, esperaba muchos contratiempos que no aparecieron; todo estaba demasiado tranquilo y eso la mantenía aún más alerta, incluso no preguntaron acerca del porque del contrato de confidencialidad en uso de reactivos al borde de la legalidad, todo fue muy natural. Miró el camino por el que iba conduciendo, buscando respuestas a sus inquietudes que la mantenían más cerca del lugar que estaba dejando en vez de el lugar al que estaba encaminada y al darse cuenta de esto sacudió la cabeza y decidió pensar en lo que se venía ahora, profanar una tumba y supuestamente traer un muerto a la vida la excitaba y daba un aire nuevo a su vida que estaba perdiendo la emoción de años anteriores, se sintió bien, sonrió y continuó con el viaje más tranquila.
Finalmente Brenna, quien viajaba más atormentada que las otras mujeres ni siquiera miraba hacia afuera del vehículo, se limitaba a cerrar los ojos y pensar en el como sentía que todos los tormentos del pasado volvían a su mente, de nuevo sin saber que era realmente, sin ser aceptada por el mundo, sola otra vez y sentía en su corazón que esto sería así toda su vida; juntaba fuerzas para no derramar lágrimas, pero cada vez se hacía más difícil contener la rabia y tristeza acumulada en los últimos días, se suponía que había escapado del pasado, se suponía que ahora sería una persona normal, pero conoció a estas dos mujeres que no sabía que eran y de lo único que estaba segura es que no eran humanas comunes y corrientes y el pasado se hacía presente. Atlante -pensaba- que rayos es eso de la atlántida, solo eh oído unos cuantas historias de fantasía con respecto a la supuesta civilización hundida, como se supone que vengo de ese lugar, ¿quien es este tipo al que debo volver a la vida?, porque siento que es importante hacerlo, esto es demasiado confuso para mi, no quiero vivir así, tal vez deba dejar que esta vida se termine pronto.
-Ya estamos cerca.-dijo Marie
-Nunca creí que volvería tan pronto a Pangui, siempre prensé que sería en varios años.- contestó Tamara.
-Uno nunca sabe las vueltas de la vida.-Repuso la conductora.
-Eso si que es algo cierto, Marie.- interrumpió Brenna.
-Ya en poco tiempo estaremos allá y aún es de día, ¿vamos a mi casa?.-
-¿ Después de lo que pasó y si el maldito vuelve?.-
-¿Quién es el maldito?.-Preguntó Brenna
-El asesino.- contestó secamente Marie - Si vuelve esta vez estaré lista.- sonrió macabramente.
-¿No será el vampiro?.- Preguntó con un poco de miedo Brenna. Luego de un largo silencio, finalmente Marie preguntó.-¿Qué sabes tú de él?.-
-Sinceramente no mucho, les conté que viví aquí un tiempo, bueno eso fué porque sentí una gran energía en este lugar y en un tiempo descubrí que viví este vampiro, aunque no pude hablar con él nunca.-
-mmm.. ya veo, pero ¿por qué no pudiste hablar con él?.- preguntó Tamara pensativa.
-porque, cuando llegué al pueblo su energía desapareció, se escondió, hasta una noche en la que volvió a aparecer pero sólo por un instante.-
-Debió haber sido esa noche.- dijo Marie.
Tamara sentía un escalofrío recorriendo su cuerpo, estaba nerviosa pero su cuerpo estaba inmóvil mirando perdidamente el paisaje. Veía los lejanos arboles y montañas, pero no los observaba, su concentración estaba en volver a ver a su antiguo amigo, el que la molestó incluso luego de morir; pero ella no sentía que ese ser que la atormentó volvería, sino que pensaba y recordaba a aquel compañero de risas y lagrimas que la ayudaba y aconsejaba. Su mente divagaba en eso y se dio cuenta de algo que no había razonado hasta ese momento, desde que había muerto Angel, aparecía siempre en los peores momentos en que podía hacerlo, no tenía condescendencia con ella, eso era extraño en él, aunque tal vez el hecho de estar muerto cambiara las cosas, Tamara no lo creía así, esa no era una actitud propia de él y no se había dado cuenta hasta ese momento. Así continuó divagando mientras miraba pasar el tiempo y el espacio.
Por su parte Marie, iba conduciendo el automóvil con su destreza habitual pero también con la mente en otro lugar, sólo gracias a su poderoso instinto y sus elevados reflejos lograba mantener el control perfecto del vehículo. Esa mañana la mujer había visitado a quienes implementarían su laboratorio, todo estaba en orden y las cosas estaban saliendo como ella las deseaba, pero eso era para ella algo muy extraño, esperaba muchos contratiempos que no aparecieron; todo estaba demasiado tranquilo y eso la mantenía aún más alerta, incluso no preguntaron acerca del porque del contrato de confidencialidad en uso de reactivos al borde de la legalidad, todo fue muy natural. Miró el camino por el que iba conduciendo, buscando respuestas a sus inquietudes que la mantenían más cerca del lugar que estaba dejando en vez de el lugar al que estaba encaminada y al darse cuenta de esto sacudió la cabeza y decidió pensar en lo que se venía ahora, profanar una tumba y supuestamente traer un muerto a la vida la excitaba y daba un aire nuevo a su vida que estaba perdiendo la emoción de años anteriores, se sintió bien, sonrió y continuó con el viaje más tranquila.
Finalmente Brenna, quien viajaba más atormentada que las otras mujeres ni siquiera miraba hacia afuera del vehículo, se limitaba a cerrar los ojos y pensar en el como sentía que todos los tormentos del pasado volvían a su mente, de nuevo sin saber que era realmente, sin ser aceptada por el mundo, sola otra vez y sentía en su corazón que esto sería así toda su vida; juntaba fuerzas para no derramar lágrimas, pero cada vez se hacía más difícil contener la rabia y tristeza acumulada en los últimos días, se suponía que había escapado del pasado, se suponía que ahora sería una persona normal, pero conoció a estas dos mujeres que no sabía que eran y de lo único que estaba segura es que no eran humanas comunes y corrientes y el pasado se hacía presente. Atlante -pensaba- que rayos es eso de la atlántida, solo eh oído unos cuantas historias de fantasía con respecto a la supuesta civilización hundida, como se supone que vengo de ese lugar, ¿quien es este tipo al que debo volver a la vida?, porque siento que es importante hacerlo, esto es demasiado confuso para mi, no quiero vivir así, tal vez deba dejar que esta vida se termine pronto.
-Ya estamos cerca.-dijo Marie
-Nunca creí que volvería tan pronto a Pangui, siempre prensé que sería en varios años.- contestó Tamara.
-Uno nunca sabe las vueltas de la vida.-Repuso la conductora.
-Eso si que es algo cierto, Marie.- interrumpió Brenna.
-Ya en poco tiempo estaremos allá y aún es de día, ¿vamos a mi casa?.-
-¿ Después de lo que pasó y si el maldito vuelve?.-
-¿Quién es el maldito?.-Preguntó Brenna
-El asesino.- contestó secamente Marie - Si vuelve esta vez estaré lista.- sonrió macabramente.
-¿No será el vampiro?.- Preguntó con un poco de miedo Brenna. Luego de un largo silencio, finalmente Marie preguntó.-¿Qué sabes tú de él?.-
-Sinceramente no mucho, les conté que viví aquí un tiempo, bueno eso fué porque sentí una gran energía en este lugar y en un tiempo descubrí que viví este vampiro, aunque no pude hablar con él nunca.-
-mmm.. ya veo, pero ¿por qué no pudiste hablar con él?.- preguntó Tamara pensativa.
-porque, cuando llegué al pueblo su energía desapareció, se escondió, hasta una noche en la que volvió a aparecer pero sólo por un instante.-
-Debió haber sido esa noche.- dijo Marie.
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