miércoles, 8 de febrero de 2012

capítulo 17°: El Viaje

El viaje fue en la tarde, esa mañana las tres mujeres tenían cosas que terminar. Un viaje en silencio y muy contemplativo, a pesar de ir las tres en el mismo vehículo cada mente se encontraba muy lejana de sus otras compañeras de viaje.
Tamara sentía un escalofrío recorriendo su cuerpo, estaba nerviosa pero su cuerpo estaba inmóvil mirando perdidamente el paisaje. Veía los lejanos arboles y montañas, pero no los observaba, su concentración estaba en volver a ver a su antiguo amigo, el que la molestó incluso luego de morir; pero ella  no sentía que ese ser que la atormentó volvería, sino que pensaba y recordaba a aquel compañero de risas y lagrimas que la ayudaba y aconsejaba. Su mente divagaba en eso y se dio cuenta de algo que no había razonado hasta ese momento, desde que había muerto Angel, aparecía siempre en los peores momentos en que podía hacerlo, no tenía condescendencia con ella, eso era extraño en él, aunque tal vez el hecho de estar muerto cambiara las cosas, Tamara no lo creía así, esa no era una actitud propia de él y no se había dado cuenta hasta ese momento. Así continuó divagando mientras miraba pasar el tiempo y el espacio.
Por su parte Marie, iba conduciendo el automóvil con su destreza habitual pero también con la mente en otro lugar, sólo gracias a su poderoso instinto y sus elevados reflejos lograba mantener el control perfecto del vehículo. Esa mañana la mujer había visitado a quienes implementarían su laboratorio, todo estaba en orden y las cosas estaban saliendo como ella las deseaba, pero eso era para ella algo muy extraño, esperaba muchos contratiempos que no aparecieron; todo estaba demasiado tranquilo y eso la mantenía aún más alerta, incluso no preguntaron acerca del porque del contrato de confidencialidad en uso de reactivos al borde de la legalidad, todo fue muy natural. Miró el camino por el que iba conduciendo, buscando respuestas a sus inquietudes que la mantenían más cerca del lugar que estaba dejando en vez de el lugar al que estaba encaminada y al darse cuenta de esto sacudió la cabeza y decidió pensar en lo que se venía ahora, profanar una tumba y supuestamente traer un muerto a la vida la excitaba y daba un aire nuevo a su vida que estaba perdiendo la emoción de años anteriores, se sintió bien, sonrió y continuó con el viaje más tranquila.
Finalmente Brenna, quien viajaba más atormentada que las otras mujeres ni siquiera miraba hacia afuera del vehículo, se limitaba a cerrar los ojos y pensar en el como sentía que todos los tormentos del pasado volvían a su mente, de nuevo sin saber que era realmente, sin ser aceptada por el mundo, sola otra vez y sentía en su corazón que esto sería así toda su vida; juntaba fuerzas para no derramar lágrimas, pero cada vez se hacía más difícil contener la rabia y tristeza acumulada en los últimos días, se suponía que había escapado del pasado, se suponía que ahora sería una persona normal, pero conoció a estas dos mujeres que no sabía que eran y de lo único que estaba segura es que no eran humanas comunes y corrientes y el pasado se hacía presente. Atlante -pensaba- que rayos es eso de la atlántida, solo eh oído unos cuantas historias de fantasía con respecto a la supuesta civilización hundida, como se supone que vengo de ese lugar, ¿quien es este tipo al que debo volver a la vida?, porque siento que es importante hacerlo, esto es demasiado confuso para mi, no quiero vivir así, tal vez deba dejar que esta vida se termine pronto.

-Ya estamos cerca.-dijo Marie
-Nunca creí que volvería tan pronto a Pangui, siempre prensé que sería en varios años.- contestó Tamara.
-Uno nunca sabe las vueltas de la vida.-Repuso la conductora.
-Eso si que es algo cierto, Marie.- interrumpió Brenna.
-Ya en poco tiempo estaremos allá y aún es de día, ¿vamos a mi casa?.-
-¿ Después de lo que pasó y si el maldito vuelve?.-
-¿Quién es el maldito?.-Preguntó Brenna
-El asesino.- contestó secamente Marie - Si vuelve esta vez estaré lista.- sonrió macabramente.
-¿No será el vampiro?.- Preguntó con un poco de miedo Brenna. Luego de un largo silencio, finalmente Marie preguntó.-¿Qué sabes tú de él?.-
-Sinceramente no mucho, les conté que viví aquí un tiempo, bueno eso fué porque sentí una gran energía en este lugar y en un tiempo descubrí que viví este vampiro, aunque no pude hablar con él nunca.-
-mmm.. ya veo, pero ¿por qué no pudiste hablar con él?.- preguntó Tamara pensativa.
-porque, cuando llegué al pueblo su energía desapareció, se escondió, hasta una noche en la que volvió a aparecer pero sólo por un instante.-
-Debió haber sido esa noche.- dijo Marie.

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