…Es realmente un sentimiento horrible saber que porque tú existes la persona que más te importa no puede ser feliz…
Parte I
Varios días después de la “Prueba de aceptación” o “Segunda prueba” como llamaron los alumnos a la prueba impuesta por la Profesora Erika (debido a que previamente en la selección de alumnos estos ya habían tenido una Prueba de ingreso) las clases seguían un curso normal, con clases teóricas en la mañana y entrenamientos prácticos en la tarde, tras muchos cambios de asiento Matilda y Ginn decidieron sentarse juntas por lo que terminaron en la primera fila cerca de la ventana, mientras que Levi y Sato también juntos se sentaban dos puestos detrás de ellas, el puesto que quedaba entre ellos lo ocupaban Amy y Kirian, dos jóvenes amigas de la infancia, mientras Amy era de tés clara y rostro apacible, siempre con una expresión serena propia de una madre dedicada o de una monja, Kirian tenía la tés más morena y los rasgos más pronunciados, siendo así su expresión más ruda aunque reservada, otra gran diferencia entre ambas era el tamaño de su cabello, ya que mientras Amy lo tenía largo hasta la cintura, similar a Ginn, y de color negro muy oscuro, Kirian lo usaba corto y solo hasta la base del cuello siendo también castaño, como fuere ambas se sentaban detrás de Matilda y Ginn por lo que no paso mucho tiempo antes de que esta ultima decidiera romper el hielo y hablarles con su habitual simpatía
-Matilda, creo que este será nuestro asiento el resto del año –le dijo Ginn al oído- ¿te parecería adecuado saludar a nuestras compañeras de atrás?
-Haz lo que quieras –respondió cortante y fuerte-
-Jejeje, como imagine, hola chicas me presento yo soy Ginn y ella es Matilda, mucho gusto –dijo sonriendo luego de darse la vuelta en su asiento, Matilda no se volteo-
-Hola, yo soy Amy –respondió ella primero devolviéndole a Ginn la sonrisa amigablemente- y ella es mi amiga Kirian
-Mucho gusto –agrego Kirian aunque su cara no dejaba ver que estuviese realmente a gusto-
-Guau tu pelo es muy bonito Amy –dijo Ginn con cara de asombro-
-Como soy maga no necesito demasiada agilidad, por lo que puedo tener el pelo largo y suelto –argumentó ella tomándose una punta de mechón de pelo y acariciándola con la mano-
-Lo realmente extraño es como llevas tú el pelo –dijo Kirian- aunque se vea muy bonito también así como lo tienes, eres una espadachín, necesitas de tu agilidad y velocidad, si no lo llevas corto deberías llevarlo tomado o podría significar una desventaja o incluso una debilidad
- Jejeje eso lo dudo –intervino Levi que estaba detrás de Kirian- no conozco a nadie más ágil que ella, entiendo tu punto y lo comparto pero creo que de alguna forma en ella no se aplica
-¿Estas sugiriendo que es alguna clase de súper-dotada? –Contesto secamente Kirian al ser contradecida por Levi-
-Quizás –ahora con una mirada de cierta forma desafiante-
-¡Por supuesto que no! –interrumpió abruptamente Ginn algo avergonzada- no soy especial de ninguna forma, pero Levi tiene razón, de alguna manera me acomoda mejor así –notó que Kirian no se convenció con su argumento y que había una atmosfera tensa entre ella y Levi- de cualquier forma tendré en cuenta tu consejo en el futuro, muchas gracias –le termino de hablar dándole otra sonrisa-
-Si tú dices que te acomoda más así entonces probablemente sea de esa forma –interrumpió Amy notando también la atmosfera y luego mirando a Ginn y dedicándole una sonrisa confabulada- ya que nos estamos conociendo, ¿les parece si nos juntamos luego de la Academia y vamos a tomar un helado al parque?
-¡Me parece una excelente idea! –dijo Ginn dándole las gracias a Amy con otra sonrisa por alivianar el ambiente- que me dices Matilda, ¿te anotas? –la joven se dio vuelta y los observo a todos un momento para luego hacer una especie de media sonrisa-
-Suena interesante, por qué no –y se volvió a colocar de frente a la pizarra- ya es momento de que termine la charla, la profesora acaba de entrar –en efecto Erika había abierto la puerta deteniéndose un momento y luego entrando finalmente con una ligera sonrisa algo macabra-
-Alumnos –dijo fuerte y sin saludar- hoy en la tarde arán un reconocimiento al bosque a las afuera de la ciudad, formaran grupos de 8 personas y exploraran, observen la flora y fauna del lugar y recojan toda la información que puedan en sus cuadernos
-¿Qué? –Dijo un alumno algo distraído- ¿pero eso de que nos ayudará a ser más fuertes?
-La fuerza no es el único requisito para ser un caballero, también lo es la sabiduría –respondió cortante y fuerte, fijando su vista rápidamente en el alumno y cruzando sus brazos en una posición desafiante- para eso necesitan conocer la flora y fauna donde viven, familiarizarse con el ambiente, saber posicionarse, conocer las criaturas que habitan en cada sector, recuerden que rara vez se encontraran en una situación de combate, otra de las funciones de un caballero es servir de guía para la ciudadanía en general y poder ayudar en cualquier circunstancia, ya sea salvando a un mercader extraviado en el bosque o recomendándole el camino más seguro a un viajero, además muchas veces deberán entrar en combate en el bosque, si se acostumbran a reconocer las particularidades de este podrán usar el medio como si fuera otra arma más en la batalla, no hay nada mejor para esto que tener que sobrevivir en el bosque por su propia cuenta pero como son aun inexpertos debo enviarlos primero a hacer un “reconocimiento” –lo miró ahora con cara más calmada- ¿estás satisfecho con esa respuesta?
-Eeh… yo… -no sabía cómo contestar-
-Por cierto –le interrumpió rápidamente Erika y tomando su espada y desenfúndala lentamente hacia la puerta provocando una onda de choque que la hiso volar en pedazos junto con la mitad de la pared y destruyendo a la vez una bolsa de polvo que el alumno que hablo había puesto como trampa para cuando Erika saliera y luego volviendo la vista una vez más hacia el alumno ahora mirándolo nuevamente con ojos desafiantes y el ceño fruncido- estas expulsado –todos habían saltado de sus asientos hacia atrás del sobresalto al ves estallar la pared y luego voltearon a ver al alumno que aun mantenía una expresión de horror en su cara sin poder cerrar los ojos-
No hay comentarios:
Publicar un comentario