miércoles, 31 de octubre de 2012

miedo a la oscuridad

No es sólo temor,
no,
claro que no
¿es acaso que tu no lo puedes oír?

Cada vez duele más el silencio,
cada vez duele más la oscuridad.

Las sombras me hablan mientras bailan
no debería haber sombras.
La noche en mis ojos es un alivio
cuando la luz ataca la penumbra

Mi cabeza da vueltas en torno a mi cuerpo agotado
cuando el dolor de los músculos no me deja mover.
Eterno suplicio para un hombre que desea morir por una noche más,
¿es acaso un pecado el descanso eterno
cuando los fantasmas acosan mi mente?

El sonido en el aire no me pertenece,
concierto de terror de un ente que desconocido;
no soy más que un espectador,
un oyente que no reconoce su artista,
observo con los ojos cerrados
la silueta de la muerte que se acerca sonriendo

boca de fuego,
avanza escupiendo llamas a mi hogar,
quemando cada feliz recuerdo
y de a poco,
mi vida, mi mente y mi ser.

La noche se ha ido y todo es un recuerdo
cuando los rayos del cálido astro entran por mi ventana,
todo está como antes de la penumbra,
sólo juegos de mi mente,
todo ha desaparecido,
ya no siento dolor,
todo está como antes,
pero ya no hay miedo,
ya no hay más noches.

Latidos de una copa

La copa de vino se inclina lentamente,
suave como su sabor
baja por mi garganta,
acaricia mi lengua con amor maternal
y me transporta en éxtasis de tranquilidad

un latido de mi corazón para celebrar el momento.
un segundo fugaz, 
una vista al paraíso que se quema
con las llamas que mis ojos hacen arder

visiones del paraíso se mezclan con el infierno
a cada sorbo que es seguido de otro,
en un baile frenético y rápido,
una copa tras otra.

los demonios bailan con los ángeles;
buenos amigos,
sonrisas del alma
sólo yo estoy fuera de la fiesta
sólo a mi dejan de lado.

Gritos desesperados desde el fondo de mis entrañas,
dolores agudos e incesantes que quiero compartir,
mis manos son el arma perfecta,
mi odio hacia lo que amo, es el motivo ideal.

Nada está a salvo ahora,
no conozco a nadie ahora.

sábado, 27 de octubre de 2012

descanzo interno (la historia de un silenio 3°parte)

Te lo dije mi querida virgen,
mi luna roja.
La sangre no brota de las palabras,
sino de las acciones

cuantas risas transformaste en llantos
y cuanto tiempo botamos juntos,
mucho tiempo ya ha pasado
desde que el cuervo voló sobre nosotros

¿por qué, querida mía?
tus manos en llamas nunca me dieron calor
¿por qué, querida mía?
tus labios estaban muertos para hablar del cielo

Me hiciste matar demasiados ángeles querida,
que cada ves más perdía el sentido;
de sus plumas nunca pudiste hacer alas para ti,
nunca me dejaste crear alas para ti

En vano es sólo lo que no trae respuestas ni produce un efecto,
un ultimo beso envenenado selló nuestro acuerdo
ahora, soy un perro en una jaula,
Pero en tu torre infinita verás al lobo de nuevo,
el perro se pudrirá para siempre
dejando las mentiras de lado,
a la muerte a un lado
y el perdón en el olvido

un aullido es la sentencia final para un lobo que cazó a su única presa.
No deseaste mi muerte, me dejaste respirar, me dejaste vivir.

cazando el perdón (la historia de un silencio 2° parte)

Lobo, te disfrazas de perro callejero,
así la gente no sospecha.
Pares de ojos como las estaciones,
lleno de furia observas la ciudad mientras buscas tu presa;
tranquila te espera ella, en la misma cama de siempre
dónde tu la observas,
dónde todos la observan;

¿Qué pasa lobo?
¿Te prometieron la luna roja?
¿Te dieron acaso el mar de lágrimas?

Los caballos del apocalipsis esperan que los cabalgues
escoge uno,
elige el fin de la humanidad y acaba con la lujuria,
acaba con los pecados que el mundo no quiere borrar.

perro del demonio,
haces una causa celestial
¿quieres acaso ser un ángel?
¿acaso te quieres ganar el cielo?

Habla con las bocas de las estaciones,
ruégales que te guíen.
Los latidos del corazón tranquilo se hacen más fuertes
y resuena en tus oídos la calma de la ira.

Las casas se hacen de a poco familiares,
el olor de las típicas mentiras impregnadas en las paredes
se hace más fuerte y quema tu nariz

Ladra perro hasta que abran las puertas,
muerde lobo, que el piso se pinte de sangre,
tu inmaculada virgen compartida.
Aclama por última ves al señor de la compasión que la abandona.

Por fin el silencio grita más fuerte.
Limpia su alma de tus manos
y ahora perro, camina
camina y ruega que nadie vea tus ojos de lobo

Consejos de sangre (la historia de un silencio 1° parte)

una sonrisa bastó para sentir tu odio,
una mirada para que tus manos disparen a mi cuello;
en la lengua de los ojos rojos hablamos de una ilusión
mientras cerrabas las manos,

avanzamos de a poco y también dibujaste una sonrisa
¿era acaso por el contacto de nuestra piel?
no, era porque de a poco mi respiración cesaba

no necesitas matar mi cuerpo,
si me ignoras consigues lo mismo;
al principio gritaré y tal vez algo consiga
pero persiste en tu causa y de a poco mi respiración caerá
hasta que simplemente esté muerto para ti

serás feliz con tu resultado
o la sangre en tus manos te hará llorar,
pero tranquila,
hay fantasmas que prefieren no volver
hay muertos que aceptan el otro mundo,
matame,
pero hazlo con fuerza,
hazlo rápido,
porque si tus manos pierden firmeza
me soltaré y nunca tendrás de nuevo la misma oportunidad
si no deseas mi muerte
no podrás librarte de mí.