No es sólo temor,
no,
claro que no
¿es acaso que tu no lo puedes oír?
Cada vez duele más el silencio,
cada vez duele más la oscuridad.
Las sombras me hablan mientras bailan
no debería haber sombras.
La noche en mis ojos es un alivio
cuando la luz ataca la penumbra
Mi cabeza da vueltas en torno a mi cuerpo agotado
cuando el dolor de los músculos no me deja mover.
Eterno suplicio para un hombre que desea morir por una noche más,
¿es acaso un pecado el descanso eterno
cuando los fantasmas acosan mi mente?
El sonido en el aire no me pertenece,
concierto de terror de un ente que desconocido;
no soy más que un espectador,
un oyente que no reconoce su artista,
observo con los ojos cerrados
la silueta de la muerte que se acerca sonriendo
boca de fuego,
avanza escupiendo llamas a mi hogar,
quemando cada feliz recuerdo
y de a poco,
mi vida, mi mente y mi ser.
La noche se ha ido y todo es un recuerdo
cuando los rayos del cálido astro entran por mi ventana,
todo está como antes de la penumbra,
sólo juegos de mi mente,
todo ha desaparecido,
ya no siento dolor,
todo está como antes,
pero ya no hay miedo,
ya no hay más noches.
es un poema muy delicado y de una tonalidad que se aprecia al leerle detenidamente.
ResponderEliminarFue solo coincidencia, pero escuchaba mientras te leía Goodbye my lover de James blunt, un acompañamiento que quizá le otorgo un matiz aun mas intimista.
buen post, fue un placer leer.
hasta pronto.
Leonard.