Lobo, te disfrazas de perro callejero,
así la gente no sospecha.
Pares de ojos como las estaciones,
lleno de furia observas la ciudad mientras buscas tu presa;
tranquila te espera ella, en la misma cama de siempre
dónde tu la observas,
dónde todos la observan;
¿Qué pasa lobo?
¿Te prometieron la luna roja?
¿Te dieron acaso el mar de lágrimas?
Los caballos del apocalipsis esperan que los cabalgues
escoge uno,
elige el fin de la humanidad y acaba con la lujuria,
acaba con los pecados que el mundo no quiere borrar.
perro del demonio,
haces una causa celestial
¿quieres acaso ser un ángel?
¿acaso te quieres ganar el cielo?
Habla con las bocas de las estaciones,
ruégales que te guíen.
Los latidos del corazón tranquilo se hacen más fuertes
y resuena en tus oídos la calma de la ira.
Las casas se hacen de a poco familiares,
el olor de las típicas mentiras impregnadas en las paredes
se hace más fuerte y quema tu nariz
Ladra perro hasta que abran las puertas,
muerde lobo, que el piso se pinte de sangre,
tu inmaculada virgen compartida.
Aclama por última ves al señor de la compasión que la abandona.
Por fin el silencio grita más fuerte.
Limpia su alma de tus manos
y ahora perro, camina
camina y ruega que nadie vea tus ojos de lobo
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