suave como su sabor
baja por mi garganta,
baja por mi garganta,
acaricia mi lengua con amor maternal
y me transporta en éxtasis de tranquilidad
un latido de mi corazón para celebrar el momento.
un segundo fugaz,
una vista al paraíso que se quema
con las llamas que mis ojos hacen arder
visiones del paraíso se mezclan con el infierno
a cada sorbo que es seguido de otro,
en un baile frenético y rápido,
una copa tras otra.
los demonios bailan con los ángeles;
buenos amigos,
sonrisas del alma
sonrisas del alma
sólo yo estoy fuera de la fiesta
sólo a mi dejan de lado.
Gritos desesperados desde el fondo de mis entrañas,
dolores agudos e incesantes que quiero compartir,
mis manos son el arma perfecta,
mi odio hacia lo que amo, es el motivo ideal.
Nada está a salvo ahora,
no conozco a nadie ahora.
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