llueven mariposas nocturnas en mi habitación,
comoles muertos flotando en torno a mi cuerpo inmóvil,
¿mensaje del final?
no lo creo,
colores de las sombras,
tristeza pura que busca la felicidad.
Miradas frías que buscan calor,
golpean con fuerza cada luz en mi hogar,
¿Pretenden ser suicidas que destruyan mi luz?
no lo creo,
veo incansables guerreros
con los cuales comparto la búsqueda de la iluminación.
Un vuelo angelical,
trae frente a mis ojos a un amigo, sobre mi taza de café
sobre mi pasado, inseguridades y miedos,
se posa mirándome fijamente;
sus ojos de muerte son un portal a la verdadera noche,
la fría y cálida noche.
Siento en esos ojos el llamado del antiguo Dios,
a través del más débil ser se manifiesta el inexorable supremo,
una interesante ironía,
pero esta modesta invitación
me llama a conocer la sabiduría eterna,
El mundo del sol tiene rayos con mi nombre;
aún es de día, quedan árboles por conocer.
Lo siento mi amigo, tu final a llegado,
rechazo tu invitación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario