- Mujer lobo... ¿podrías explicarte un poco mejor?.- preguntó Tamara; en su rostro se reflejaba una mayor curiosidad por esta mujer y un poco de temor.
-Mujer lobo, como suena, me transformo en lobo y tengo ciertas habilidades.- El rostro de Mairie se puso más tenso, como si estuviera preocupada.
-que interesante ¿y desde hace cuanto lo eres, naciste así? .-dijo Angel en una forma más natural y calmada.
- Desde hace ya muchos años para contarlos.- La respuesta fue un tanto apagada, como si notase algo de burla, alguna incredulidad.
-Eso explica lo de salir a cazar supongo.- Comentó Angel, con la misma naturalidad con la que estuvo hablando todo el tiempo.
-Angel ven conmigo un momento, discúlpanos Marie.-
-Claro, no hay problema.- Tamara tomó a Angel de un brazo y lo llevó detrás de un árbol
-¿Como puedes hablar con tanta naturalidad?, nos dijo que era una mujer lobo.- En la mirada se podía ver un gran nerviosismo.
-Mira hay varias opciones.- Angel mantenía una mirada seria.- Primero, no parece ser esquizofrenia, aunque para eso tal vez falte tiempo, segundo, si dice la verdad, no creo que debamos preocuparnos tanto, por algo confió en nosotros de esa manera, o sea, algo como eso no se le dice a un par de extraños por nada.-
-Exacto, no se le dice a un par de extraños, tengo un poco de miedo Angel, quiero alejarme de esa mujer.-
-Creo que eso sería ser mal educados, simplemente esperemos un poco, veamos si nos lleva a castillo, lo vemos y nos vamos, se nota que no trae nada, ningún arma ni nada y si la trae, ya nos hubiese matado si quería.-
-Está bien, confiaré en ti.- Soltó un suspiro.
-Es bueno que lo hagas.-
Los dos volvieron al lugar donde estaban, se notaba que Marie estaba muy nerviosa, tenía los brazos cruzados y se movía hacia los lados sin dar un paso.
-Te veo un poco ansiosa Marie, ¿pasa algo?.- Angel observaba fijamente a Marie, encada movimiento y gesto.
-Si, la verdad, creo que no fue una muy buena idea haberles dicho, lo que les dije.- En los ojos de la joven comenzaban a aparecer unas señales de lagrimas.
-No te preocupes, no le contaremos a nadie, ¿cierto Tami?.- miró fijamente a los ojos a su amiga, quien le devolvió la mirada seriamente.
-Claro, puedes confiar en nosotros, además, nadie nos creería.-
-Eso es lo que ustedes creen, pero bueno, supongo que no debí decirlo de una manera tan brusca, miren, no estoy loca, soy una mujer lobo realmente y si les conté esto fue porque vi en ustedes algo que me dio confianza.-
-Bueno, supongo que tampoco nos lo puedes probar transformándote en lobo, ya que no hay luna llena.- Dijo Tamara, quien sin darse cuenta, se fue relajando cada vez más, aunque sin sentirse cómoda del todo.
-Bueno, no y no; no les puedo probar nada, ya que me estoy recuperando de unas lesiones y si me esfuerzo demasiado puedo abrir las heridas y tampoco necesito la luna llena para transformarme.-
-¿Que te pasó?.-Angel aún seguía mirando fijamente a Marie, aunque el ambiente estaba más relajado.
-Eso el tiempo lo dirá.-
-Bueno, creo que sólo nos queda creer en tu palabra, aunque todo esto sea bastante increíble.-
-Lo se y los entiendo si quieren que no los acompañe más, lamento haberlos molestado.- En este instante, toda la fuerza que se veía en Marie al llegar parecía haberse esfumado y se veía como una frágil y asustada mujer.
-eh, no, nada de eso, vamos, si aún nos quieres llevar, realmente no creo que seas peligrosa y no veo motivo por el cual nos dirías una mentira como esa.- Angel se levantó y se acercó a Marie, tomándola de los brazos suavemente. - Tranquila, realmente puedes confiar en nosotros.- Las miradas cruzadas entre los dos, hicieron que la joven se calmara por algún motivo.
-Está bien, los llevaré al castillo.- Se soltó de las manos de Angel y caminó unos pasos - Guarden las cosas y la basura y vamos, creo que ya hemos perdido mucho tiempo.
La comida que aún quedaba, un par de sándwiches fueron guardados en unos envases plásticos y la basura en bolsas.
-Bien, ya está todo listo vamos.- Comenzaron a caminar en linea recta, Marie iba un poco más adelante que los otros dos, cosa que Tamara aprovechó para acercarse a Angel a hacerle unas preguntas.
-¿Por qué la dejaste guíarnos? puede llevarnos a cualquier lado.-
-Ya dijiste que confías en mi, ademas sigo sin ver un motivo para tenerle miedo, tranquila, si en algún momento noto algo peligroso te lo haré saber y te iras de inmediato.-
-Aún no se por qué confío en ti.- suspiró
-Simple, soy confiable y lo sabes.- Le dedicó una gran sonrisa.- ahora vamos al lado de ella, hay que tener a los enemigos más cerca.- rió.
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