El bus salió a la hora, el viaje que se venía era largo y cansador, el paisaje cambiaba, se transformaba en algo muy distinto a lo que se veía en panguipulli, los arboles comenzaban a alejarse y a ser más parecidos unos con otros, dos especies predominaba, el pino, fatídico pino de los malos recuerdos y el eucaliptos intentaban adornar el paisaje y a pesar que su belleza no se comparaba con la encontrada en el sur, Tamara se sentía feliz con el cambio, mientras viajaba y veía la metamorfosis del paisaje y el sol subiendo, el sueño se apoderó de la joven, así que se recostó y dejó a su alma viajar libre.
-Hola.-
-Angel, ¿acaso nunca me vas a dejar tranquila?.-
-lo haré, eventualmente, primero, debo conseguir lo que quiero.-
-Ya te dije que no puedo ayudarte, no se como.-
-Pronto lo sabrás, por eso vengo a verte.-
-No quiero verte, quiero dejar ese asunto atrás, ya pasó.-
-es ahí dónde te equivocas, esto no a terminado, esto recién comienza.-
-Para mi no.-
-Especialmente para ti.-
Despertó más tranquila que otras veces, a pesar de que el sueño no se había repetido hacía un tiempo, pero tenía una gran angustia, no era su intención alejar a quien fue un amigo, pero su fantasma ya debía irse a otro lugar, ya no había nada que hacer; trató de pensar en otra cosa, sacó su reproductor mp3 y se quedó mirando el paisaje nuevo, su nuevo habitad, ya estaba cerca de su destino.
Marie estaba pensativa, algo había cambiado, desde que conoció a esos dos jóvenes; su instinto salvaje estaba renaciendo, sentía más alegría de vivir incluso, su instinto era algo que ella apreciaba mucho y nunca quiso perder, sin embargo, vivir en la monotonía de la vida cotidiana de los humanos fue transformando a la loba en una mascota de casa a punto de perderse en una infinita monotonía.
-Buenos días alcalde.-
-Buenos días señorita Marie, ¿Cómo está usted?.-
-Muy bien gracias, espero que usted tambien.-
-Claro que si mi joven señorita, como no lo estaría, si una persona tan importante como usted viene a invertir en nuestra ciudad.-
-Eso espero, ¿Cómo van los papeles de la venta?.-
-jeje.- se frotó nerviosamente las manos.- bueno, hay unos problemas, necesitaremos un poco más de dinero.-
-¿Cuanto?.- peguntó Marie frunciendo el seño, sintiendo como ese instinto que estaba renaciendo despertaba.-
-Sólo unos 10 millones más.-
-Señor alcalde no juegue conmigo, porque saldrá perdiendo, ya está ganando usted lo suficiente con este negocio, no le daré más dinero, así que arregle esta situación.-
-Pero señorita, es por unos papeles que debo presentar en la comisión de vienes raíces, además de estudios al terreno.-
-No me venga con idioteces.-rugió - No crea que me puede engañar fácilmente, sé que le he dado más de lo que vale el terreno y que ese dinero va para su puto bolsillo, así que no me trate de engañar a mi, entendió, ahora arregle lo que tenga que arreglar, que en una semana más quiero esas escrituras y el permiso para construir el laboratorio listo...- respiró profundamente antes de continuar hablando, ya más tranquila.- No me interesa que se quede con parte de ese dinero, creo que uno debe tener a los gobernantes viviendo bien para que trabajen bien, así que ahora que le dí ese regalo, espero que usted también se porte bien conmigo, ¿estamos?.-
-s..s..si, señorita Marie.- dijo nerviosamente el anciano flaco y demacrado.
-Está bien, ahora voy a ver otros asuntos, adios.- Salió rápidamente de la oficina y de la alcaldía; se sentía muy bien, llena de energía y vida, el día la acompañaba, había una gran sol con nubes sólo de decoración. Subió a su auto un hermoso y lujoso Aston Martin V8 VantageSs Coupe azul y viajó a través de la ciudad hasta llegar a la universidad, al bajarse caminó hacia un hombre vestido con un traje café y a cuadros, con el pelo canoso y corto y de un rostro alegre, quien al ver a Marie abrió los brazos ampliamente y le dio un abrazo.
-Querida Marie, ¿Cómo a estado tu vida? hacía tiempo que no te veía.-
-Jaja, no es tanto, Felipe.-
-Para mi lo es.-
-Sigues siendo igual que siempre.-
-No querida, esa eres tú, yo me vuelvo más viejo a cada momento.-
-Ya ya, no te pongas tonto, mejor háblame de como van las cosas con nuestro proyecto.-
-Vamos caminando querida.- ambos caminan, uno al lado del otro, de vez en cuando el hombre miraba le dirigía una mirada a Marie, directo en los ojos, ambos eran casi del mismo tamaño, aunque el hombre era un poco más alto.- Bueno, ya e encontrado a los estudiantes, así que el laboratorio puede funcionar perfectamente, son estudiantes de excelencia, pero puede salir un poco caro.-
-Eso no importa, mientras mantengan la boca cerrada.-
-Lo harán, claro que debes incluirlo en el contrato, pero también, es costumbre que los científicos trabajen en proyectos secretos, es parte de nuestro campo.-
-Excelente.- luego de un pequeño tiempo caminando llegan a una facultad, al entrar suben las escaleras y entran en una pequeña oficina, llena de libros por todos lados - Sigues igual de desordenado que antes.-
-Jaja, no querida, ahora estoy peor, déjame sacar unos papeles y vamos a comer algo.-
-Esto me recuerda cuando era tu estudiante.-
-Buenos tiempos, recuerdo también que yo creía ser mayor que tu y me sentía mal por nuestro romance.-
tio muy bueno,os felicito me gusta mucho y deberias publicar esto en algùn blog nacional quien os dice que bueno tengais tus seguidores a muchos os gustan cosas como estas :)
ResponderEliminarbueno, para comenzar muchas gracias por tu comentario, segundo, no tengo idea lo que es un blog nacional jeje... pero bueno, gracias y espero que sigas leyendo \o/
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