viernes, 21 de octubre de 2011

8° Capítulo: el fin de un periodo

-Ya no se aparece en mis sueños, creo que pude superar esa etapa.- Dijo, mientras tomaba la tasa de café y la llevaba a su boca.
-Que bueno, tal vez me equivoqué y era sólo un trauma y nunca fue él tratando de hablarte en los sueños.-
-Sí, creo que era eso.-
-¿Y ahora que tienes pensado hacer?.-
-Voy a ir a la universidad, lo más lejos que pueda, este pueblo me recuerda aún mucho lo que pasó y no quiero pensar nunca más en eso.-
-Yo también me iré, debo buscar ciertas cosas y hacer unos negocios.-
-¿Que negocios?.-
-Comprar unas cuantas acciones, son dinero seguro, con el paso de los años uno sabe que empresas surgirán y cuales están destinadas a la muerte segura.-
-¿Y cuando te irás?.-
-Pronto, creo que dentro de los próximos días.-
-Entonces esta es la despedida.-
-Sí, pero ya estamos unidas por algo, a pesar de que no es precisamente lo más alegre que podría ser, es algo importante.-
-Descontando, aquel momento, a sido un real gusto haberte conocido Marie, me has dado un gran apoyo.-
-Y tu a mi; Ya es hora de que me valla.-Comenzó a levantarse, mientras bebía el último sorbo de café, Tamara también se levanto, luego de abrasarse, se separaron, con esta separación Tamara dio por cerrado un capitulo trágico de su vida, ahora las cosas cambiarían, se alejaría al fin del pueblo y no volvería nunca más, estudiaría música, sería artista al fin. Salió del café y caminó a su casa, el aire del otoño limpiaba el ambiente y realzaba los colores, entregándole una bella despedida a la joven.

En su hogar ya, se dirigió a su pieza a preparar su equipaje, su viaje sería al día siguiente, lo decidió mientras caminaba, ya no tenía nada en el pueblo, nada que la atara ni nada pendiente. Tomó su maleta de ruedas y abrió el cierre principal, vació su closet completamente para decidir que se llevaría, no sería todo, no sentía que debía de ser todo, así cambiaría de a poco todo lo que le recordara a su vida pasada, así comenzaría una nueva vida, en un nuevo lugar. Mientras preparaba su equipaje, tomó la misma parka que utilizó ese día, blanca aún y con una pequeña mancha de sangre que quedó de mover el cuerpo, antes de que llegaran las autoridades; el resto de esa mancha fue una vuelta al pasado, cosa que no había ocurrido hacía ya un buen tiempo. Decidió dormir un rato, para que su mente se liberara de ese recuerdo.

-Hola Tamara.-
-Angel...-
-Sí soy yo, otra vez.-
-Creí que ya no te vería más.-
-Es que estuve bastante ocupado, pero ahora pude volver.-
-¿Qué quieres?.-
-Que me ayudes a volver.-
-Yo me voy del pueblo Angel y tu ya estas en el cementerio.-
-Pero no quiero estar más ahí, ayúdame.-
-Lo siento Angel, eso ya pasó, además no hay forma de que te pueda ayudar.-
-¿Y si la hubiese?¿Me ayudarías?.-
-Claro, pero creo que ya es muy tarde, necesito olvidar todo lo que a pasado, quiero continuar mi vida.-
-Lo se, pero eres la única que me puede ayudar, voy a volver, en cuanto sepa como me puedes ayudar.-
-Está bien, aún eres mi amigo.-
-Gracias, nos vemos.-
-Nos vemos.-

No hay comentarios:

Publicar un comentario